“China compite deslealmente, no respeta las reglas de juego, el gobierno subsidia las exportaciones, la energía, el gas, además, paga salarios que no están en el orden global y emplea menores de edad. Bajo esas condiciones de mercado es imposible competir”, dijo Andrés Ramírez, director de la Cámara Colombiana del Acero (CamAcero).

El líder gremial advirtió de los riesgos que corren las empresas de esta actividad industrial en Colombia, la cual genera unos 8.000 puestos de trabajo.

Ramírez explicó que el sector atraviesa una compleja situación por la sobreoferta de productos chinos, en particular tubos, que ya no ingresan a Estados Unidos. 

“Eso ha impactado al productor colombiano por la competencia desleal en precios y calidad. Por esta razón, el Gobierno ha tomado medidas proteccionistas en las barras de acero corrugadas, las cuales nos parecen equitativas, porque reconocen la caída del precio internacional”, explicó.

La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) precisó que durante 2018 las exportaciones chinas de comercio indirecto de acero tuvieron un crecimiento del 17%, equivalentes a 47.468 millones de dólares. Mientras, que el volumen de acero en productos se incrementó 12% en comparación a 2017, totalizando 6,8 millones de toneladas.

“China es un problema debido a todos los subsidios que recibe su industria. Esto generó una pérdida de empleo y de desarrollo industrial en países donde la industria local no pudo competir”, comentó Máximo Vedoya, presidente de Alacero.

Brasil y México fueron los principales consumidores de acero desde China con el 56 % del total de la región, es decir, 26.800 millones de dólares. Mientras que a Colombia ingresaron 2.403 millones de dólares.

El director de CamAcero señaló que en 2018 el sector tuvo un crecimiento de 1,4 %, por debajo de la estimación del 3 %. Sin embargo, Ramírez espera que para el segundo semestre la infraestructura se reactive con las políticas de vivienda, lo que impulsará la actividad constructora y, por ende, al consumo de acero.