El revuelo causado por la renuncia del fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, acusando estar en desacuerdo con la decisión de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en relación con la no extradición de Jesús Santrich dejó más dudas que certezas.

Esto, porque en su renuncia manifestó que lo hacía de manera irrevocable.

Ahora, hay que tener claro que tras su renuncia, esta deberá ser aceptada por la Corte Suprema de Justicia.

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Luego, de acuerdo con el Artículo 249 de la Constitución Política colombiana, el presidente Iván Duque deberá presentar una nueva terna ante la Corte, que deberá cumplir con las mismas “calidades exigidas para ser Magistrado de la Corte Suprema de Justicia. La Fiscalía General de la Nación forma parte de la rama judicial y tendrá autonomía administrativa y presupuestal”.

Tras estudiar y evaluar la terna, la Corte Suprema decidirá quién será el nuevo fiscal General de la Nación.

Según la docente de Derecho Constitucional de la Universidad de Antioquia, Bernardita Pérez, la Corte Suprema de Justicia es la encargada aceptar la renuncia del fiscal. “La renuncia la debe aceptar la Corte, no tiene discusión, renunciar a un cargo es una libertad absoluta del individuo”. Para nombrar un nuevo fiscal el proceso a surtir es el mismo que estipula la constitución.

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Hay que recordar que no es el único caso en que un fiscal renuncia a su cargo.

El 8 de mayo de 1997, el entonces fiscal General Alfonso Valdivieso renunció a su cargo, pues aspiró a la Presidencia de la República.