Cuando ya se cumple con un avance del 16 por ciento en los trabajos de construcción de los tres puentes en la zona de la glorieta del Indio, aún a muchos usuarios de la futura vía les quedan muchas dudas sobre la forma en que se cumplirá la movilidad una vez entren en servicios los pasos elevados.

El proyecto, según la unión temporal Indio Gant y la interventoría, contempla tres puentes para garantizar el tráfico automotor libre, sin interrupciones, en los pasos más críticos: Avenida 7-Atalaya; avenida 7-Avenida Sevilla; y avenida 8-centro. El paso Atalaya-Diagonal Santander será libre también por debajo de los puentes.

Arturo García, residente en el barrio Motilones (Ciudadela de Atalaya), y quien lleva más de 20 años movilizándose desde su barrio hasta su sitio de trabajo en El Salado, en el norte de la ciudad, denunció que una vez queden construidos los tres puentes ya no podrá  hacer el giro a la izquierda para tomar la avenida Sevilla, debido a que ese cruce quedará eliminado.

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“El diseño no definió esa ruta para quienes vivimos en Atalaya y vamos hacia la zona del aeropuerto”, dijo García.

Esta misma falla evidenció Alejandro Torregoza para quienes vayan por la Diagonal Santander y quieran ingresar a la terminal de transporte. No hay por dónde hacerlo de manera directa, dijo. Según la firma contratista, los conductores deberán girar a la derecha en la avenida 7 e ir hasta el primer retorno para devolverse por la avenida 8.

Pero mucho más complicado lo tendrán los conductores de los tractocamiones que se desplacen por la avenida octava y deban regresar hacia la zona industrial. ¿Por dónde lo harán si en el sitio donde se construyen los tres puentes no quedó definido ningún retorno?, se preguntó Torregoza.

Estos interrogantes volvieron a salir a flote esta semana, paralelos al primer informe del desarrollo de la obra que entregó la firma contratista, debido a que, según Torregoza, ni a los vecinos ni a los usuarios de la futura vía aún se les despejan las dudas sobre los desplazamientos entre un lugar y otro.

La Unión Temporal Indio Gant dijo meses atrás que los tractocamiones que se desplacen por la avenida octava, pasen por el puente y deban retornar a la zona industrial, tendrán que ir hasta la calle segunda y girar a la izquierda, hasta conectar con la avenida séptima.

Para Héctor Julio Parra, conductor de servicio público con más de 25 años en el sector, este cruce para un tractocamión en una calle tan angosta como la segunda será motivo de trancones permanentes, ante lo cual no se han planteado soluciones.

La Opinión conoció que una de las medidas que se contemplan es prohibir el ingreso de tractocamiones a la zona de influencia de los puentes, lo cual no fue bien visto por propietarios de negocios que están en el mismo sector y que deben recibir mercancías permanentemente.

La directora de la interventoría, Dora Garay, en relación a aquellos giros que dicen los vecinos que no se contemplaron en los diseños, respondió durante la socialización del proyecto, que la principal misión del mismo fue dar una solución de plano a la congestión que se presentaba en esa glorieta. 

“Los estudios de tránsito promedio diario y los de tráfico que se hicieron concluyeron que había que dar soluciones a los tramos más críticos, como las avenidas 7 y 8 la diagonal Santander y la vía que viene de Atalaya. Por eso, tales pasos garantizarán el tráfico automotor sin interferencia”, explicó .

En la obra trabajan en la actualidad 70 personas, pero en el pico más alto de los trabajos habrán 300.

El montaje de los puentes 

La unión temporal Indio Gant reveló que el primero de los tres puentes en la glorieta del Indio será montado el 31 de julio. El 30 de septiembre, el segundo y el 30 de noviembre, el tercero, completando la construcción de 355 metros lineales, dijo el representante legal de la unión temporal, Alexander Parra Romero.

La meta, dijo Parra, es terminar la construcción de los puentes a mediados de diciembre de 2019. Al ser indagado sobre si se había tenido en cuenta las condiciones del clima para el cumplimiento de los trabajos, respondió que ahora se tiene un cronograma de dos turnos trabajando 16 horas diarias. Dependiendo de la evolución se implementará el plan B, que son 24 horas.

La interventora Dora Garay garantizó que mientras duren los trabajos se garantizará la movilidad con los planes de tráfico que ya están activados.