El legendario cantante Raphael lo hizo de nuevo, con sus baladas románticas se adueñó del Festival de Viña del Mar durante las casi dos horas en las que repasó sus mayores éxitos, que fueron coreados por un público muy emocionado desde el primer compás.

Esta es la sexta vez que el mítico cantante pisó las tablas del escenario de la Quinta Vergara, que alberga el certamen, y en esta ocasión lo hizo con los cerca de setenta músicos de la orquesta filarmónica de Chile, que le acompañaron en la presentación de su nuevo álbum “ReSinphónico”, lanzado hace dos meses.

Con un renovado ritmo, que incluyó toques de música electrónica, muchos vientos, cuerdas y percusión, “Er Niño” como le conocen popularmente en Chile, se entregó a las miles de personas que le siguieron con disimulada emoción, desde las primeras canciones como “Promesas” y “Que vuelva”.

Un Raphael animado, pese a su edad, siguió con fluidez el ritmo de la música en canciones más movidas, como “Mi gran noche” y “Digan lo que digan”, que deleitó a un público fiel, que coreó y movió cadenciosamente sus caderas con el nuevo ritmo que la orquesta le imprimió a cada tema.

El incansable cantante, que en 1982 recibió un simbólico disco de uranio por las ventas de más de 50 millones de discos durante su carrera musical, premio único en el mundo entregado también a Michael Jackson y Queen, se metió definitivamente en el bolsillo a los chilenos cuando versionó con una guitarra española la tradicional canción “Gracias a la vida”, de la cantautora chilena Violeta Parra.

Con la canción “Escándalo”, se vivió el clímax de la noche: el público de la Quinta Vergara enloqueció y más aún cuando al final del tema tomó la batuta para dirigir a la orquesta.

La mexicana Yuri  fue la encargada de cerrar la segunda noche del Festival Viña del Mar. También se alzón con las gaviotas de plata y oro.

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Los músicos que  acompañaron a Raphael tan solo ensayaron una vez el concierto aunque por la compenetración que mostraron ambos durante la noche, hubiese pasado inadvertido sino fuera por la observación que hicieron los presentadores cuando le entregaron, a mitad de su actuación, una gaviota de plata, el galardón del certamen.

Raphael continuó la velada repasando sus grandes baladas como “Estuve enamorado de ti” o “No sabe nadie” y se mostró en muchos momentos visiblemente emocionado.

“Cada vez que quiera y pueda, estaré aquí, para cantarles canciones que todos llevamos en el corazón desde hace años”, dijo el cantante antes de enfilar los últimos temas de la noche frente a un público que no quería que abandonara el escenario.

“Yo soy aquel” y “Cómo yo te amo” fueron los temas con que selló su presentación, que fueron cantados por todo el público que se encontraba en la Quinta Vergara, un anfiteatro con capacidad para unas 15.000 personas.