Se completan cuatro mesas ya de la intervención de la Aduana de San Antonio, principal puerto para el paso de mercancías entre Venezuela y Colombia.

Actualmente, las exportaciones están completamente paralizadas y solo se registran importaciones en la noche.

A finales del 2018 se designó al mayor de la Guardia Nacional Bolivariana, Walter Jaimes, como nuevo gerente de la aduana principal de San Antonio, con la instrucción de reactivar las importaciones desde Colombia por los pasos fronterizos de San Antonio, Ureña y Puente Unión. Meta que no se ha cumplido hasta la fecha.

Wladimir Tovar, asesor de comercio exterior de Fedecámaras Táchira, explicó que hasta el cierre de las aduanas, “era mayor el volumen de importaciones que de exportaciones”.

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La situación ha afectado a exportadores que, durante los últimos dos años, estaban incrementando su participación en el mercado colombiano con productos manufacturados en plástico, metalmecánicos, mobiliarios y textiles. 

Desde Colombia se estaba importando materia prima, resinas y metalmecánicos semifacturados.

Néstor Urueñas, representante de los aduaneros en San Antonio, destacó que existe mucha incertidumbre en este momento por la situación política. 

“Estamos en un proceso de transición”, dijo al señalar que el comercio internacional en la frontera involucra 400 empleos directos e indirectos. “Esas familias se están viendo afectadas por la situación”, acotó.

Por otra parte, en las aduanas de El Amparo (Apure) y Paraguachón (Zulia) hay normalidad en los trámites de importación y exportación entre Venezuela y Colombia.