Los partidos políticos en Colombia y en particular los tradicionales siguen perdiendo cada vez más identidad entre los ciudadanos y por ende adeptos, como quedó demostrado en las recientes elecciones legislativas y presidenciales.

Hoy, a un año de unos nuevos comicios locales y regionales en los que se volverá a agitar la movida política en el país, esta tendencia continúa creciendo, como se pudo evidenciar en las últimas encuestas de opinión que se conocieron la semana pasada.

Según la medición Polimétrica de Cifras y Conceptos, el 60% de los 1.191 consultados aseguró que no tiene afinidad con ningún partido. Apenas un 11% dijo que se siente representado por el Centro Democrático, el partido de Gobierno.

El liberalismo, una de las colectividades más tradicionales y hegemónicas del país, que siempre se ha ubicado en los primeros lugares de aceptación, tan solo registra un 5% de afinidad.

Los otros partidos grandes con más experiencia, recorrido y mejores resultados electorales, el conservatismo y la U, aparecen en la cola de la tabla, con apenas un 2%.

Este resultado coincide con la dura caída que tuvieron las dos colectividades en las pasadas elecciones al Congreso, en las que redujeron de manera importante su representación en Senado y Cámara.  La U, por ejemplo, pasó de ser el partido mayoritario en el periodo 2014-2018, con 21 escaños, a tener solo 14 en el actual.

Los azules, entre tanto, perdieron cuatro cupos en el Senado de la República en los comicios del 11 de marzo, de los 18 que tenían.

Los partidos de oposición, por su parte, han venido ganando reconocimiento, aunque su favoritismo tampoco es muy representativo. La Alianza Verde tiene un 5% de favorabilidad y el progresismo de Gustavo Petro el  4%.

Otra encuesta que también se conoció la semana pasada, la de Invamer, registra, igualmente, que un 75% de los encuestados tiene una opinión desfavorable de los partidos políticos, 10 puntos más que en mayo de 2017.

Volverán las firmas

En vista del mal momento por el que atraviesan los partidos y movimientos políticos y teniendo en cuenta que se acercan unas nuevas elecciones, para la Misión de Observación Electoral (MOE), esa falta de identidad de los colombianos hará que se vuelva a disparar el número de candidaturas por firmas en el arranque de la campaña, como sucedió en las presidenciales.

“Pareciera que los partidos políticos ya no son los vehículos a través de los cuales se están moviendo los intereses de los colombianos. Los partidos están hoy más ocupados explicando sus comportamientos o la falta de comportamiento, que siendo ese motor de representación de la ciudadanía”, consideró Alejandra Barrios, directora de la MOE.

Sin embargo, ella va mucho más allá y asegura que este fenómeno de las firmas ya no obedece solo a esa falta de conexión entre el elector y los partidos, sino a que este mecanismo se convirtió en la mejor arma de negociación de avales.

“Si se empiezan a recoger firmas desde ya, se muestra temprano el nombre, la persona se hace mucho más visible, no hay que rendir cuentas de dónde se saca la plata, a la vuelta del próximo año esa persona ya está sentada con un partido político, pidiendo el aval”, opinó Barrios.

La representante de la veeduría dijo que muestra de que esta forma de aspirar se ha vuelto tan apetecida en el país, es que entre el 27 de octubre y el viernes de la semana pasada, 25 comités ya habían hecho la solicitud ante la Registraduría,  pare empezar a recoger apoyos. Uno de esos grupos es de Norte de Santander. 

Pendiente la reforma

Una de las herramientas que podría frenar la eventual explosión de candidaturas por firmas, es la Reforma Política que cursa en el Congreso y que le pone límites a esta figura, estableciendo que, quien empiece por esta vía debe terminar allí, y no dando el salto a un partido.

Sin embargo, el proyecto está enredado en el Congreso y con el tiempo jugando en su contra, por lo cual la MOE considera que esta no es una alternativa segura frente a los comicios de 2019.