El proyecto con el cual la Alcaldía busca cambiar la cara del monumento Cristo Rey no termina por tener contentos a todos los vecinos donde se levanta esta estatua de 25 metros de altura.

Mientras unos aseguran que la Alcaldía no dio a conocer en su totalidad los detalles del proyecto, otros están contentos porque por fin, después de dos décadas solicitando el mejoramiento del lugar, se hace realidad la promesa.

Nos dijeron que iban a transformar el lugar, que tendríamos un sitio con locales comerciales, con alamedas y senderos, ¿pero a qué precio?, se preguntó Abelardo González, de 65 años, uno de los vecinos más antiguos de la Cabrera, barrio donde está ubicado el monumento.

Otro vecino, Carlos Sánchez, se mostró preocupado con el diseño que conoció del parque Cristo Rey, con el cual, dijo, se pierden todas las características de mirador, “puesto que las torres que se piensan construir taparían toda la visibilidad y ello no permitiría disfrutar de la estadía en el cerro”.

María Córdoba, otra de las vecinas que viven a espaldas del monumento, se mostró preocupada porque el proyecto prácticamente los aisló, no nos integró, como esperábamos que fuera a suceder.

Se refiere Córdoba a que como avanzan las obras su familia y otras diez que viven a espaldas del monumento no tendrían acceso al área nueva, ya que se les bloqueó el paso que antes tenían para comunicarse con el barrio La Playa por la avenida cuarta. Tal y como avanzan los trabajos tendríamos que buscar otra salida, de mayor distancia para ir al centro de la ciudad, dijo.

Por esta razón es que existe demora para que la firma contratista logre que se firmen las actas de vecindad, pues los habitantes de las viviendas se rehúsan a permitir el acceso de los trabajadores que verificarán el estado de las mismas, dado que algunos no son propietarios, y otros no se encuentran en los hogares durante el día.

Según el acta de octubre, las demás actas se realizarían tras una visita técnica de la Alcaldía, en vista de que se mantenía la negativa de los ocupantes de las casas de firmar y permitir el acceso. 

Sin embargo, a Juan Fernando Jaimes, un vecino del monumento, lo que se piensa hacer allí era lo que esperaban hace rato, por cuanto el lugar estaba convertido en un escondite de drogadictos.

En lo mismo coincide María Eugenia Avendaño, quien lleva viviendo más de 15 años en la parte baja del monumento.

Cúcuta se merecía un mirador moderno, un sitio seguro desde donde los turistas que lleguen puedan disfrutar de la panoramica de la ciudad a plenitud, dijo Avendaño.

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‘Se avanza dentro del plazo’

Para el alcalde, César Rojas, el proyecto de Cristo Rey avanza dentro ded cronograma de obras.

Dijo que la propuesta que hizo el contratista se está llevando a feliz término y que se está a la espera de que Corponor conceda la autorización para reemplazar tres árboles. Dijo que el ajuste del cronograma que solicitaron los contratistas es para poder tener disponibles los elevadores que se requieren para las personas en condición de discapacidad. La empresa proveedora se ha comprometido a entregarlos para el mes de marzo, que está dentro del plazo, dijo Rojas. 

Sobre los vecinos inconformes, Rojas manifestó que el proyecto se dio a conocer en su totalidad, los vecinos en su mayoría están brindando toda su colaboración. “Los del problema son dos personas que no están de acuerdo con el proyecto”.

Así se contempla a la distancia hoy el monumento de Cristo Rey, en la loma del barrio La Cabrera.