De los 316 hombres y mujeres del frente 33 de las Farc que se desmovilizaron en la zona del Catatumbo, a la fecha solo 89 permanecen en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Caño Indio, en Tibú.

Así lo confirmó la jefa  adjunta de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia, Jessica Faieta, quien estuvo el martes en la antigua zona veredal y punto de concentración de los exFarc, para instalar el Consejo Territorial de Reincorporación y conocer de cerca las inquietudes de los excombatientes que aún permanecen allí.

Sin embargo, Faieta manifestó que esto no necesariamente representa una mala señal sobre el proceso, pues muchas de las personas que hoy no están en Caño Indio han retornado a sus hogares o se fueron en busca de mejores oportunidades económicas, pero siguen en el proceso de implementación.

“Los Espacios Territoriales fueron creados para un proceso de transición y para la dejación de armas, pero no necesariamente estaban previstos para que todos vivieran allí. Sin embargo, los que están ahí han hecho sus esfuerzos propios para  seguir adelante, tienen cultivos y otra clase de emprendimientos”, explicó la jefa adjunta de la Misión.

Sobre lo que sí llamó la atención la diplomática, es sobre la importancia de que se avance en aspectos como la reincorporación socio-económica y las garantías en materia de servicios públicos y acceso a la zona, toda vez que estos retrasos son los que generan desconfianza entre los exguerrilleros que le apostaron al acuerdo de paz.

“Es importante avanzar en la reincorporación para dar confianza en el proceso de paz, pero también para apoyar sus propios esfuerzos. En ese sentido, todavía hay expectativas en lo que es el cumplimiento de los proyectos productivos, que son parte de los compromisos que existen por parte del Gobierno”, sostuvo Faieta.

Según la representante de la ONU, en este momento los exguerrilleros están recibiendo el estipendio mensual al que se comprometió el Gobierno en el acuerdo de La Habana, pero hay demoras en la conformación de las cooperativas y la puesta en marcha de los proyectos productivos que se prometieron a los desmovilizados para garantizar su reinserción a la vida civil.