A pesar del aumento del pie de fuerza y la adopción de estrategias por parte del Gaula de la Policía y el Ejército sigue latente el flagelo del secuestro en la provincia de Ocaña.

El caso más reciente se registró el pasado fin de semana cuando fue retenido el comerciante, William Armando Franco Chogó quien departía en un paseo familiar en el corregimiento de La Ermita, comprensión de Ocaña.

Los comerciantes se encuentran preocupados por el aumento del índice de secuestro en la región y reclaman de parte de las autoridades acciones contundentes para desarticular las bandas delincuenciales.

El presidente de la Asociación de Comerciantes del municipio de Ocaña, Felipe Nery Meza Quintero, fue enfático al afirmar que están totalmente desprotegidos y es el gremio más golpeado en los últimos años.

“El secuestro es preocupante, Norte de Santander es el departamento más afectado por ese flagelo. No nos alcanzamos a reponer del plagio de Ángel David y viene el de William Armando Franco, un hombre en convalecencia que no puede ser sometido a largas caminatas”, exclama.

Censura la falta de reacción inmediata por parte de las autoridades para frenar ese fenómeno. “Estamos desprotegidos totalmente en una región olvidada por el Estado donde falta mayor inversión social, el gobierno central tiene una deuda histórica, entonces los grupos insurgentes maltratan sin piedad a la población”, agrega.

También se reporta la misteriosa desaparición desde el pasado 10 de octubre del ebanista Flaminio Patarroyo, indica su esposa Estefany Galvis Toro.

Medicamentos 

Familiares y amigos de Franco Chogó indican que hace pocos días fue intervenido quirúrgicamente y piden a sus captores les suministren los siguientes medicamentos Micardis Amlo y Propanolol HCI de 40 miligramos.

“Es lo más injusto que se hayan llevado a un hombre a quien se le practicó una delicada cirugía hace 21 días. Está en plena recuperación médica y la forma como se lo llevaron a la fuerza”, dijeron.