Los campeones del mundo franceses y una Alemania todavía herida en su orgullo disputarán hoy en Múnich en la nueva Liga de Naciones de la UEFA, su primer partido tras un Mundial-2018 que fue antagónico para ambos.

Los franceses se coronaron campeones por segunda vez en su historia en el mayor torneo del fútbol, sucediendo en el palmarés a Alemania, que protagonizó un fracaso histórico al no pasar de la primera fase. Las sensaciones de ambos son, por lo tanto, totalmente diferentes.

La duda en el caso de Francia está en saber si Kylian Mbappé, Paul Pogba, Antoine Griezmann y compañía han digerido bien el gran festín de Rusia y la euforia generada alrededor del equipo.

Los Bleus no tienen tiempo para dormirse en sus laureles, con un duelo de prestigio y rivalidad vecinal ya para su regreso a la competición. Con aroma de revancha además, ante el equipo que le eliminó en cuartos del Mundial-2014 pero al que los franceses pudieron superar en las semifinales de la Eurocopa-2016.

La UEFA no podía soñar un mejor cartel para inaugurar su nueva Liga de Naciones, una competición que se estrena con el deseo de consolidarse poco a poco.

Están positivos 

Por su parte el seleccionador de Alemania, Joachim Löw, confía en que su equipo pueda “reavivar el fuego” tras la humillación del Mundial-2018.

Y es que la Mannschaft pasó de campeona del mundo en 2014 a caer en la primera fase en la cita reciente de Rusia.

“He sentido esta semana una impaciencia positiva en los jugadores. Quieren hacerlo mejor de lo que lo hicimos en el Mundial. Durante estos entrenamientos hemos tenido un equipo muy concentrado, sentimos un cambio en el ánimo. Pero sabemos que no podemos borrar todo, incluso aunque hagamos ahora dos buenos partidos”, explicó Löw.
  
“La calidad que teníamos en los últimos años, estoy seguro de que la seguimos teniendo, pero se trata ahora de plasmarla en el terreno de juego. Reavivar el fuego nos corresponde sólo a nosotros”, dijo.