El proyecto La magia de Cúcuta que busca generar marca ciudad por medio del cine y que había resultado ganador de la convocatoria Imaginando Nuestra Imagen del Ministerio de Cultura, consiguiendo 40 becas para formación en cinematografía, dio inicio a los ciclos educativos. 

Como parte de las jornadas académicas estuvo en Cúcuta la experta en cine y fotografía, Sasha Quintero Carbonell, de 42 años, quien por medio de jornadas lúdicas abordó la temática de producción audiovisual. 

Quintero Carbonell habló de su experiencia al tiempo que expresó que en Cúcuta hay un movimiento juvenil con talento y potencial para el cine.

¿A nivel profesional que experiencia tiene? 

Tuve la fortuna de empezar hace 20 años y me tocó vivir la época de la revolución tecnológica y por ende la migración a lo digital. 

He tenido el privilegio de trabajar con la Dirección de Cine del Ministerio de Cultura, con Proimágenes y la Cinemateca Distrital de Bogotá. 

¿Qué tipo de cine le interesa? 

Las películas de autor. No son las más taquilleras, pero si las más profundas. 

Considero que los agentes culturales debemos interesarnos más por el diseño de políticas públicas que fomenten la industria. 

¿Cómo fue seleccionada para venir a Cúcuta? 

Una vez Cúcuta gana la convocatoria el Ministerio de Cultura me asigna como tallerista y recibí la noticia con un inmenso agrado. 

Hace diez años no venía a la ciudad y fue una gran sorpresa verla transformada. Cuando me involucré con el proyecto quedé maravillada con un grupo de jóvenes emprendedor comprometido con el cine. 

¿Cómo vio a los 40 becarios de Cúcuta? 

La gente de Cúcuta es hospitalaria y el recibimiento fue muy cálido. El grupo es un semillero de talento, con personas que han hecho producciones y otros que apenas empiezan. 

El común denominador es jóvenes con pasión por el cine. 

¿Qué metodología ejecuta? 

Pienso que el conocimiento se fija cuando uno se divierte y por ello la metodología es didáctica. 

Tenemos clases de cuatro horas y hacemos de todo, desde ver material audiovisual y producciones de los mismos participantes, hasta jugar para apropiar el conocimiento. 

¿Qué implica aprender de producción? 

En un tema que atraviesa lo legal, lo jurídico, lo financiero, lo logístico y lo administrativo. La producción es uno de los escenarios de la realización más complejos. 

¿En qué consistió la primera fase de formación? 

Escogimos dos guiones con dos historias fantásticas que se tendrán listas para diciembre y se llaman Francisco y La Niña. Están concebidas como filmes de suspenso. 

Para un segundo momento estaré antes del rodaje, con el propósito de acompañar el proceso de investigación previo. 

¿Qué aporte le hacen a Cúcuta estos proyectos?

La cultura se enriquece cuando entra en contacto con otras voces, entonces siento que Imaginando Nuestra Imagen en el marco de la Magia de Cúcuta es justamente eso, le abre espacios a voces de otras partes del país. 

Somos 11 talleristas, cada uno con vivencias diferentes, que avivan el fuego de la realización que está prendido en Cúcuta.