El balance de muertos del seísmo que sacudió la isla indonesia de Lombok aumentó a 436, indicaron las autoridades locales, y agregaron que los servicios de rescate continúan recuperando cuerpos entre los escombros.

Decenas de miles de casas, mezquitas y empresas quedaron destruidas por el terremoto de magnitud 6,9 que golpeó la isla turística el 5 de agosto, una semana después de que otro seísmo dejara al menos 17 muertos.

"Los equipos de búsqueda y de rescate continúan evacuando víctimas sepultadas bajo los escombros de los edificios y por los corrimientos de tierra" provocados por el temblor del 5 de agosto, declaró un portavoz de la agencia encargada de la gestión de catástrofes en Indonesia, Sutopo Purwo Nugroho.

El número total de muertos aumentó así a 436, precisó. Un balance anterior daba cuenta de 387 víctimas mortales. Más de 1.300 personas resultaron heridas y cerca de 353.000 habitantes fueron desplazados, según el balance oficial.

La mayoría de las personas desplazadas duermen en tiendas de campaña o bajo toldos instalados cerca de las ruinas de sus casas o de los refugios. Las instalaciones médicas se ocupan de los heridos.

Tres helicópteros, entre ellos uno del ejército, lanzaron comida en zonas aisladas, donde los habitantes necesitan de manera urgente agua potable, alimentos, medicamentos y mantas, añadió Nugroho.

Indonesia, archipiélago formado por 17.000 islas e islotes, se encuentra situado sobre el Cinturón del Fuego del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica. Este país del Sudeste Asiático se ve a menudo golpeado por numerosos terremotos, pero a diferencia de los dos ocurridos en Lombok, la mayoría no son muy peligrosos.