La llegada al Senado de la excandidata por el Centro Democrático, Milla Patricia Romero, por ahora, no será una realidad, tras la decisión del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez de no darle trámite a su renuncia, como lo había anunciado la semana pasada.

Aunque Norte de Santander celebraba ya la posibilidad de contar con un décimo congresista para el periodo 2018-2022 y el regreso de una mujer a esa corporación, después de que se escapara la oportunidad en los escrutinios, este miércoles esta opción quedó descartada nuevamente.

Y es que aunque Uribe había dicho el pasado 24 de julio que se sentía “moralmente impedido” para ser senador, ante la decisión de la Corte Suprema de llamarlo a indagatoria, después de varios días de reuniones con sus abogados, con los miembros de su partido y asesores, el congresista reculó, ahora, aduciendo “razones de honor”.

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“He pedido al senador Ernesto Macías, presidente de la corporación, que retenga sin considerar mi carta de renuncia. Por razones de honor, nunca ha estado en mi mente que la Corte Suprema deje de conocer el caso para el cual me citan a indagatoria”, escribió Uribe en su cuenta de Twitter.

La carta de dimisión se demoró varios días en llegar a manos de Macías, lo cual ya había despertado expectativa entre los diferentes sectores políticos, especialmente contrarios al uribismo, en los que se hablaba de una supuesta estrategia del exmandatario por eludir a la Corte.

El documento finalmente fue recibido por el presidente del Senado el fin de semana pasado, pero el dirigente aclaró que solo se haría efectivo una vez concluyera la incapacidad médica de Álvaro Uribe.

No obstante, esa decisión dio un nuevo giro ayer, luego de que el jefe natural del Centro Democrático y  congresista más votado en la historia del país (más de 800.000 apoyos), confirmara que seguirá al frente de su bancada.

El lunes, desde su finca en Rionegro, Antioquia, Álvaro Uribe ofreció una rueda de prensa en la que se refirió al proceso judicial que enfrenta por presunta manipulación de testigos, pero no aceptó responder preguntas sobre su renuncia al Senado.

La semana pasada, cuando Uribe sorprendió a sus seguidores con el anuncio de que iba dar un paso al costado, en el uribismo se gestó una campaña para solicitarle que no se fuera del Congreso y que mantuviera su voz allí.

Ahora, sin existir ya la carta de renuncia y con la incapacidad médica terminada, el senador se apresta a volver al Congreso. El martes estará presente en la posesión del nuevo presidente de la República, Iván Duque Márquez, y el miércoles, asistirá a la sesión plenaria de la corporación. 

Uribe hará parte en este nuevo periodo de la Comisión VII del Senado, en la cual estuvo los cuatro años anteriores. En esta misma célula legislativa tiene asiento la senadora de las Farc, Victoria Sandino.

Reacciones 

Al igual que el anuncio de su renuncia al Senado, la reculada de Álvaro Uribe Vélez generó diversas reacciones, incluso, por parte de aquellos opositores que le habían pedido que no se fuera y que le hiciera frente al proceso de la Corte, desde su curul en el Legislativo.

“El expresidente Uribe argumentaba razones de honor para irse y ahora las invoca para quedarse. Solo es un plan para escoger investigadores y jueces que le convengan”, Daniel Coronell, periodista.

“Uribe no se esconde, siempre da la cara, responde ante cualquier cuestionamiento y asume su defensa con honor”, senador Fernando Araújo.

“Ya hizo show y tuvo todos los micrófonos para desprestigiar a la Corte Suprema. Objetivo cumplido del amague de ‘impedimento moral’. Ahora esperará, si puede, cambiar de investigadores y jueces por otros que pueda manipular. Y los micrófonos le seguirán la jugarreta... ¿hasta cuándo?”, Claudia López.