Uno de los temas que más preocupa ante la transición de gobierno que se avecina, es el futuro de los diálogos de paz con el Eln que avanzan en Cuba, pero  que podrían tener un giro radical en vista de la postura que el electo presidente de Colombia, Iván Duque, ha mostrado frente a esta negociación.

En varias oportunidades, durante su campaña, Duque aseguró que solo continuaría adelante con este proceso, si la guerrilla acepta una serie de condiciones, como la concentración previa, bajo una supervisión internacional, y la suspensión de todas sus actividades delictivas.

Ante este panorama, el alto comisionado para la Paz, Rodrigo Rivera, ha aprovechado el empalme que se adelanta con el equipo de gobierno entrante, para lograr un nuevo acercamiento entre el presidente saliente y el que llega, que permita conversar sobre los avances de la mesa instalada en La Habana y evitar así que el proceso se vaya a pique, a partir del 7 de agosto.

“Lo que hoy ha quedado abierta es la posibilidad de esta reunión entre Santos y el presidente Duque, probablemente acompañados por sus asesores y por el equipo negociador (incluido algún delegado del Eln), para efectos de  los avances de esta negociación”, aseguró Rivera.

Según el funcionario de Gobierno, el propósito de este nuevo encuentro entre Juan Manuel Santos e Iván Duque es poder compartir  las intimidades de la negociación que se está desarrollando en Cuba y que esta semana comenzó su sexto ciclo.

“El equipo negociador designado por el presidente Juan Manuel Santos va a hacer todos los esfuerzos hasta el último momento de este Gobierno para tratar de avanzar en  el impulso de la agenda. Hoy estamos concentrados en poder alcanzar un acuerdo sobre la participación de la sociedad, pero debe hacerse dentro de un ambiente de garantías de seguridad, que solamente un cese del fuego bilateral y de hostilidades podría propiciar”, reconoció el alto comisionado para la paz.