Las respuestas de Marcos Carrero, director del Fondo de Valorización al Concejo de Cúcuta, consideradas insípidas, lo hicieron otra vez objeto de críticas.

Aunque pidió tiempo para contestar, no lo hizo con todas las preguntas que, al final, eran de la ciudadanía.

“A los concejales se les responderá, pero son, unas 20 preguntas cada uno, casi 200 preguntas que, no es por no tener las capacidades, pero es dispendioso responderlas una por una”, dijo Carrero en el debate de abril. “Si quieren, puedo hacer llegar una por una las respuestas, para dar tranquilidad y confianza a la ciudadanía cucuteña”.

Pero falló y según el concejal Oliverio Castellanos, parecía que las respuestas las dio “un niño de primaria”, e incluso pidió a los abogados de la ciudad interponer demandas, para frenar el descalabro para los cucuteños.

El concejal Carlos Abreo consideró que el documento del fondo “sigue dejando muchas dudas”, y citó una respuesta al concejal Guillermo León Báez, quien cuestionó por qué se priorizó el realineamiento de la Gran Colombia y no la redoma de la terminal de transporte.

“Porque se cambió la priorización de las obras”, dice el documento.

Por su parte, el concejal Carlos Camero dijo que el informe es “incipiente y sin objetividad”.

Recordó que en su caso preguntó si el software de la secretaría de Hacienda tenía algún error al generar cobros con porcentajes que no correspondían a lo que el Concejo aprobó, y también cuestionó si la financiación que no se aplica en 2018, se incluirá en 2019, pues esto dispararía los cobros, pero no hubo explicación.

“Afortunadamente, los órganos de control están notificados de lo que están sucediendo, e incluso la misma Fiscalía”, dijo. “Si los funcionarios no dan respuestas, actuarán los entes competentes”.

El concejal Óscar Angarita señaló que solo se contestó a ocho de los 19 concejales, y criticó que el texto no se dirigiera a ellos y no a la totalidad de la corporación, como se había acordado.