El Ejército turco despedirá en los próximos días a unos 3.000 miembros de su personal, sospechosos de tener vínculos con el golpe de Estado fallido de julio de 2016, anunció el miércoles el ministro de Defensa.
   
"Hemos desenmascarado una estructura de 3.000 personas dentro de las fuerzas armadas. En los próximos días, serán despedidos por decreto ley", declaró Nurettin Canikili, citado por la agencia de prensa estatal Anadolu. 
   
Las autoridades turcas lanzaron vastas purgas en las instituciones tras la intentona golpista de la noche del 15 de julio de 2016 por parte de militares sediciosos.
   
Ankara acusa al predicador Fethullah Gülen, al frente de una influyente cofradía, de haber urdido el golpe de Estado fallido. Pero Gülen, residente en Estados Unidos desde hace veinte años, niega cualquier implicación. 
   
Más de 55.000 personas fueron detenidas y más de 140.000, despedidas o suspendidas en el marco del estado de emergencia instaurado el 20 de julio de 2016 y que se ha ido prorrogando desde entonces. 
   
En un primer momento, las purgas apuntaron contra los golpistas y sus presuntos cómplices, principalmente dentro del Ejército, pero luego se fueron ampliando a los círculos prokurdos y críticos, afectando tanto a responsables políticos como a periodistas o profesores.