Una sorpresa se llevaron los habitantes de Cerro Pico en la Ciudadela Juan Atalaya cuando vieron arrastrarse, cerca de una de las viviendas del sector, a una serpiente que superaba los dos metros de longitud.

En ese momento, alertaron a las autoridades ambientales que de inmediato se dirigieron al lugar para evitar que fuera dañada por la comunidad o se convirtiera en un riesgo para la integridad de los ciudadanos. 

Una patrulla del Grupo de Protección Ambiental y Ecológico, se percató de la especie del reptil, por sus colores ocre y café: una boa constrictor. Posteriormente, "dieron inicio al procedimiento de rigor para tener control de la serpiente sin causarle daño", anunciaron en un comunicado.

Luego de varios minutos, el reptil fue sacado de la zona y dejado a disposición de la Corporación Autónoma de la Frontera Nororiental (Corponor), donde será atendido por personal especializado y luego se determinará su regreso a su hábitat natural.

Según las autoridades, la especie silvestre ha salido de las zonas montañosas y húmedas, por la escasez de alimento. Este es el motivo por el que buscan lugares poblados donde puedan alimentarse de otros seres vivos como roedores, aves de corral y mascotas.