Un Mazda 2 atravesado en la vía sobre sus cuatro ruedas, con la defensa y las luces delanteras totalmente destruidas, y una buseta volteada de forma lateral, con las llantas mirando al otro automotor, los vidrios rotos y el combustible corriendo por el asfalto, hacían presagiar lo peor.

El accidente dejó nueve personas lesionadas – tres de ellas menores de edad- que iban en el vehículo de servicio de transporte público de Trasan, procedente de Villa del Rosario. Afortunadamente, ninguna de ellas con heridas de gravedad, aunque fueron trasladadas a las clínicas Medical Duarte y San José, según informaron las autoridades.

“Eso sonó muy duro, como una bomba”, contó José Martín Carrillo, un vecino de la calle 24 con avenida 3, en el barrio San Mateo, lugar donde sucedieron los hechos. “Para sacar la gente rompimos el vidrio de adelante”, aseguró el hombre, ya más tranquilo y con un pequeño corte en el brazo.

Las causas del accidente, según las primeras hipótesis entregadas por el capitán Luis Bastidas, comandante de la Policía Metropolitana de Tránsito de Cúcuta, fueron dos. La primera: la impericia o falta de habilidad del conductor del Mazda 2, color vino tinto y de placas CUX692 de Villa del Rosario. Al parecer, el hombre sacó la trompra del vehículo a la vía sin percatarse que venía la buseta de  placas SKK 042, impactándola por un costado, casi en la cola, haciendo que esta perdiera el control. 

A esto se sumaría el exceso de velocidad del vehículo de servicio de transporte público, indicó Bastidas.

Jorge Enrique Contreras, presidente de la junta de acción comunal del barrio, dijo que en este lugar “la oreja del puente Carlos Ramírez París, a pocos metros de la glorieta de San Mateo -donde ocurrió el accidente-, se necesitan reductores de velocidad y las autoridades no han querido escuchar las peticiones de la comunidad al respecto”.