Desde el 2005, la actriz Ellen Pompeo ha sido el rostro visible de Anatomía de Grey. Esta semana ofreció una entrevista en la que dejó en evidencia la fuerte realidad que se vive en los set y la lucha salarial por la que deben atravesar muchas actrices. 

Ellen Pompeo, de 48 años, explicó a la revista especializada The Hollywood Reporter que su nuevo contrato prevé un salario de 575.000 dólares por episodio para las temporadas 15 y 16, así como un bono por la firma e incentivos, para un total de más de 20 millones de dólares por temporada, convirtiéndose en la actriz dramática mejor pagada de la TV. Aquí algunas de sus confesiones:

Ser Meredith requiere talento

“No soy la actriz más “relevante” de allí fuera. Sé que esta es la percepción de la industria porque he interpretado este personaje durante 14 años. Pero la verdad es que cualquiera puede estar bien en una serie durante una temporada o dos. ¿Pero puedes seguir siendo buena 14 años después? Esto sí es una gran habilidad”.

Renegociar un contrato

“Mi contrato es exclusivo. No puedo hacer nada más y es frustrante para mí creativamente. Hago 24 episodios al año y como parte de este acuerdo no puedo aparecer en nada más. Entonces le dije a Shonda Rhimes (creadora de la serie) que lo que quiero es mucho dinero”.

Reparto de maleducados

“Desde fuera éramos un éxito enorme, pero adentro todo era mucho más turbio: había mucha rivalidad, mucha competitividad. Todo comienza con actores comportándose mal y con los productores permitiéndolo. Y, por cierto, yo también soy culpable de esto. Veía su mal comportamiento y pensaba: “Es así como se hace”, y me portaba mal también. 

Televisión muy frívola

“Lo que pasa en la televisión generalista es que es muy mundana, frívola. Hay jornadas de trabajo muy largas y no es necesariamente el espacio más creativo que te puedas encontrar, así que los actores se frustran y se enfadan. Y hay problemas de conducta porque los actores son miserables porque no son Leonardo DiCaprio o Margot Robbie.

No cuidan a las actrices jóvenes

“No necesariamente soy percibida como una actriz exitosa, a diferencia de una actriz de 24 años que ha hecho algunas películas grandes, aunque probablemente le paguen muy poco, menos que a su coprotagonista masculino y sin incentivos. Si queremos hablar de cambio, tenemos que ser parte de él”.

Su encuentro con Weinstein

“Mi agente me mandó una vez con Harvey -el director de cine acusado de acoso sexual por varias celebridades de Hollywood-. Fui a su habitación en el hotel, algo que normalmente no hubiera hecho, pero como Harvey es de Nueva York tenía sentido. 

Además, era en mitad del día y había una asistente allí. No intentó nada conmigo. Si lo hubiera intentado, soy un poquito bruta y crecí con gente muy dura, así que probablemente le hubiera roto un jarrón en la cabeza”.