En un juego vibrante, de principio a fin, aunque sin exponer un gran fútbol, Millonarios se coronó campeón de la Liga Águila II-2017 al derrotar a Independiente Santa Fe en el marcador global 3-2, tras el empate de este domingo 2-2 en el estadio Nemesio Camacho El Campín, por el partido de vuelta de la gran final. 

Como era de esperarse el cuadro cardenal salió desde el primer minuto de juego a buscar la paridad en el marcador global, y tomó las riendas del partido arrinconando a Millonarios sobre su propio arco. Pero fue el cuadro azul el que avisó primero, con un remate de cabeza de Duver Riascos, al primer minuto de juego, que rozo el palo más largo del arco rojo. 

A partir de allí todas las opciones del juego se tornaron rojas. Primero fue a los 11 minutos con Wilson Morelos, tres minutos después apareció John Pajoy y a los 16 una falta del uruguayo Matías de Los Santos sobre Pajoy en el área y al árbitro Wilman Roldán no dudó en sancionar el lanzamiento desde el punto penal.

Cobró Morelos fuerte abajo, muy cerca de la humanidad de Nicolás Vikionis, que nada pudo hacer para ahogar el grito de gol de los 35 mil espectadores rojos que llegaron adornaron el coloso de la 57, y darle vida a un Santa Fe, que sabía de la necesidad de encontrar un gol muy temprano, para que la presión no les jugara en contra. 

A partir de allí el partido cambió. Los dirigidos por el uruguayo Gregorio Pérez tomaron un nuevo aire, empezaron a manejar los tiempos del juego y le entregaron por pasajes el balón a su rival, que no supo aprovechar las pocas opciones que creó de contragolpe con Harold Mosquera, Riascos y Ayron del Valle, que no brilló mucho en el compromiso.

Los cardenales, por su parte, aprovecharon los espacios que dejó Millonarios cuando salió al ataque y generaron dos opciones claras, tras jugadas rápidas desde su propio arco, aunque con muy mala definición. Primero fue Morelos, pero desvió Vikonis en una espectacular volada; y después falló el propio Santa Fe, que no supo concluir bien la jugada. 

La segunda etapa dio un giro total a los 54 minutos. Cuando Santa Fe jugaba un gran partido, ordenado y aplicado en todas sus líneas, apareció la cabeza de Andrés Felipe Cadavid, tras un cobro de tiro de esquina, donde se levantó y superó a su marcador, el defensa Urrego, para colocar la paridad en el marcador y silenciar El Campín. 

Desde allí el partido cambió. Millonarios se reencontró con su juego, el que mejor saber hacer de aguantar al rival y contraatacar; mientras que Santa Fe perdió la efectividad en los pases y se vio impreciso, por lo que el técnico cardenal decidió enviar a la cancha al argentino Omar Pérez y al volante Juan David Valencia, para tratar de buscar el tanto que les diera tranquilidad. 

Millonarios, en cambio, reforzó su zona defensiva con el ingreso de Anier Figueroa por Juan Guillermo Domínguez, para enviar a la zona de volantes al uruguayo De Los Santos, quien ya había cumplido esa función en los partidos de semifinal frente al América de Cali, dándole buenos réditos al técnico argentino Miguel Ángel Russo. 

Gregorio Pérez siguió insistiendo con los cambios ofensivos al meter a Sebastián Salazar y en el minuto 82 obtuvo el premio a la insistencia, cuando nuevamente Morelos se encontró solo frente a Vikonis, lo eludió y puso nuevamente a la hinchada a celebrar. Pero el festejo no duró mucho, porque Henry Rojas, de una espectacular volea desde fuera del área sentenció el marcador.

Los últimos minutos fueron de infarto para ambos bandos. Los minutos corrían y Santa Fe no encontraba el gol que los llevara a los penales, mientras que el cuadro embajador se defendía con todos sus hombres, esperando el pitazo final del árbitro Roldán, que solp llegó hasta los 95 minutos, para que Millonarios, después de cinco años, volviera a gritar campeón. 

Millonarios formó en la titular con Vikonis; Palacios, De los Santos, Cadavid, Banguero; Duque, Dominguez, Silva; Del Valle, Riascos y Mosquera.

Santa Fe formó con Zapata; Giraldo, Urrego, Tesillo, Mosquera; Roa, Gordillo, Perlaza; Plata, Morelo y Pajoy.