Mientras en un corredor del Palacio de Justicia sonaban villancicos, del otro extremo, en un baño del segundo piso del edificio, el patrullero Carlos Andrés Sierra Arias se suicidó de un disparo en la cabeza.

El uniformado, de 32 años, con doce de servicio en la Policía, tomó la equivocada decisión de acabar con su vida sobre las 4:30 de la tarde del lunes. 

Sierra recibió turno a las 2:00 de la tarde, estuvo en las salas de audiencias y compartió con algunos compañeros. Según se conoció, minutos previos a cometer el hecho estuvo discutiendo a través de su celular. Carlos Andrés era conocido en la Policía Metropolitana de Cúcuta por ser un uniformado ejemplar, sin problemas disciplinarios. Dejó un hijo.