Un humilde salón con los pisos de cemento agrietados, con cuatro grandes ventanales, y los bloques pintados de blanco sin friso es el espacio donde la maestra María Teresa Villamizar recibe diariamente a sus 15 estudiantes. En una vereda del sector Cañaguate, ubicado en el municipio El Zulia, está el núcleo de la escuela San José de Calasanz.

A las 7 de la mañana comienzan a escuchar los objetivos impartidos por la docente; sin embargo, los contenidos tecnológicos solamente los pueden ver dibujados en el tablero de acrílico. Las cuatro computadoras están guardadas y almacenadas a la espera de que los niños puedan usarlas.

La conexión de las máquinas no se ha hecho, porque el fluido eléctrico en el colegio es irregular por las tomas ilegales hechas por los mismos vecinos. 

“Cuando algunos se conectan de manera ilegal, dejan sin luz al colegio, y es inseguro poner las computadoras en esas condiciones, porque se pueden dañar y se pierde ese esfuerzo tan valioso para los niños”, contó la docente, mientras los pequeños jugaban en la parte trasera de la infraestructura educativa, que la componen dos salones: uno para las clases, y otro que funciona como el comedor.

Justo frente a la institución educativa está el poste de electricidad, donde el cableado ilegal se entremezcla con el legal. Este servicio es pagado por la Alcaldía, según explicó la docente, y es aprovechado por otros, ajenos al colegio. “Desde hace un año tenemos el problema de la electricidad”, dijo. “Ya enviamos una carta a planeación con la firma de todos los padres para ver si es posible solucionar lo de la electricidad”.

Son tres familias las que ‘se cuelgan’ del poste y originan el fallo eléctrico en el aula. Los niños deben escuchar clases sin luz, en una zona donde la temperatura oscila entre 30° y 35° centígrados, y con un solo ventilador que sopla apenas para cuatro de los 15 niños. 

El Secretario de Planeación de El Zulia, Leonardo Guerrero, informó que recibieron la denuncia y hoy realizará una inspección técnica en el colegio para verificar lo que está sucediendo y tomar las medidas correctivas. 

“De ser esto así, gestionaríamos con Centrales Eléctricas para el despegue de las tomas, porque se están aprovechando estas personas de un bien público. Lo que hacen es un daño patrimonial en perjuicio de la educación de los niños”, señaló. “También la Secretaría de Educación está gestionando una respuesta ya materializada para atender el problema de los ventiladores para el salón de clases”.