La empresa Ecopetrol informó que se vio obligada a suspender la operación de la planta de gas de Sardinata debido a los continuos bloqueos que se presentan en el área del Campo Tibú, que impiden a los empleados de la petrolera adelantar labores de operación y mantenimiento.

La planta de gas procesa y vende un promedio de 800.000 pies cúbicos por día, que abastecen alrededor de 1.000 usuarios de la zona rural y urbana de Tibú, y a 140.000 usuarios residenciales e industriales de Cúcuta y su área metropolitana.

Ante el inminente riesgo de situaciones operacionales que puedan afectar a las personas, las comunidades o al medio ambiente, la empresa apagó de manera segura y controlada siete pozos que surten el gas.

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Esta situación llevó a declarar la fuerza mayor, medida que fue notificada a las empresas Gases del Oriente y Proviservicios para que activen sus planes de contingencia en el suministro del gas natural a los usuarios. 

Adicionalmente, los bloqueos en las vías de acceso a las estaciones del Campo Tibú obligaron a la suspensión temporal de otros tres contratos, que se suman a los seis de la semana pasada. En total, más de 150 personas están sin trabajo debido a estas suspensiones, advirtió Ecopetrol. A la fecha, se han dejado de producir 1.670 barriles de petróleo en Tibú.

“Ecopetrol rechaza este tipo de situaciones que afectan la normal operación de la empresa y la prestación de servicios públicos esenciales para las comunidades de la región, y hace un llamado a los manifestantes para que cesen las vías de hecho y acudan al diálogo como mecanismo para superar las diferencias”, precisó la empresa en un comunicado.

Grave impacto

Francisco Unda, director regional de la Andi, reiteró la advertencia del efecto nocivo generado por el taponamiento de las carreteras por parte de los manifestantes en el paro del Catatumbo.

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“Como lo dijimos en el comunicado conjunto con los demás gremios de la región, las consecuencias de las acciones de los manifestantes sobre la economía y la calidad de vida de los habitantes de Norte de Santander y del área metropolitana de Cúcuta son lamentables.

Hay pérdida de competitividad, dificultad para acceder a los mercados e incumplimiento de compromisos comerciales adquiridos. 

Así mismo, los puestos de trabajo afectados no son solo los de los funcionarios de Ecopetrol sino los de todos los colaboradores de las industrias y empresas que trabajan y producen con el gas suministrado desde la planta de Sardinata”.