A la 1: 14 horas de la tarde, momento exacto en que se cumplía un mes de haber ocurrido el terremoto en México, cientos de capitalinos acudieron a los distintos puntos donde hubo derrumbes  para rendir homenaje a las víctimas mortales. 

Con el puño en alto y guardando silencio conmemoraron el momento. Los tres minutos de silencio se apoderaron del lugar  marcado por las ruinas y rastros de desastre que dejó el movimiento telúrico de 7.1 grados en escala de Richter que provocó la muerte de  339 personas y 44 puntos con derrumbes y colapsos. 

Miles de personas dejaron sus actividades cotidianas, detuvieron el tránsito y atendieron al llamado de agradecer la solidaridad de todos mexicanos, en medio de la  tragedia. También se agradeció a los extranjeros que se movilizaron a la capital mexicana para colaborar en las tareas de rescate y en el acopio de víveres.

Se levantan 

Luego de la tragedia los sobrevivientes que lo perdieron todo, tratan de retomar sus vidas. En pleno corazón del barrio Roma, una de las zonas más afectadas, un grupo de amigas convirtió una galería de arte en la “Boutique Con Causa”: repleta de trajes, vestidos y hasta accesorios en perfecto estado para las miles de personas que en el terremoto quedaron sin nada. 

Solo conservan sus trabajos, pero sin un solo cambio de ropa para presentarse. 

Jesús Domínguez, de 31 años, intenta decidir entre un saco a cuadros que le queda un poco justo de mangas u otro azul al que tendría que cortarle el largo. Apenas puede hablar. “Es una situación muy incómoda, desesperante”, comenta este empleado de una librería médica, quien se declara irremediablemente “triste y decaído” desde que su departamento fue cerrado por orden de las autoridades ante el peligro de derrumbe. “Boutique Con Causa” atiende un promedio de 20 damnificados por día, a los que “les da mucha pena venir, pero salen con una sonrisa”, comenta Jenny Tapia, una de las voluntarias del lugar.

Con información de Excelsior