Lo que comenzó como un momento de esparcimiento en medio de unas cervezas entre amigos, terminó en un ataque a bala que dejó muerte, miedo, dolor y desesperación, la noche del domingo.

La escena luego del ataque fue temerosa: Pablo Emilio Sanabria Clavijo, de 24 años, cayó al piso gravemente herido tras recibir cuatro disparos. Mientras tanto, su amigo Stiven Guiliano Comassi corrió para protegerse de los balazos en la casa, junto a su hijo menor que llevaba en los brazos.

El hecho ocurrió a las 9:00 de la noche, frente a una casa ubicada en la calle sexta con avenida quinta del barrio El Escobal.

Según se conoció, Sanabria Clavijo le pidió a su amigo que lo acompañara a tomarse las cervezas. Hacia las 6:00 de la tarde se reunieron y se sentaron en la parte de afuera de la vivienda.

Después de un tiempo, los dos hombres fueron a una tienda cercana y regresaron, pero pasados algunos minutos lo único que escucharon los vecinos del sector y familiares fueron las detonaciones de varios disparos en la calle.

Cuando todo quedó en silencio, Stiven Guiliano salió de nuevo a la calle para auxiliar a su amigo y lo trasladó en un carro al hospital Erasmo Meoz, donde finalmente Pablo Emilio murió por la gravedad de las heridas en el pecho y la espalda.

Miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta adelantaron la inspección en la escena del crimen y el posterior levantamiento del cadáver.

Por ahora, las autoridades adelantan las averiguaciones para esclarecer los móviles y los autores del asesinato.

Jugador apasionado

Por las redes sociales, algunos clubes de fútbol aficionado lamentaron la muerte de Pablo Emilio, a quien destacaron como un jugador apasionado por el deporte y respetuoso.

Algunos allegados de la víctima aseguraron que no conocían amenazas ni problemas que pudieran haber generado el crimen.

Los familiares de Pablo Emilio adelantaron ayer los trámites para reclamar el cadáver en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal.

La Policía Metropolitana de Cúcuta indaga con vecinos y en cámaras de seguridad del barrio que pudieran registrar a los asesinos. Los habitantes del sector prefirieron no manifestar ninguna hipótesis sobre los móviles que desencadenaron en el homicidio.