El Festival de Música de Cúcuta, considerado patrimonio cultural de la ciudad y desarrollado durante 22 años de forma ininterrumpida, llega hoy a su fin en su versión 2017, con una excelente convocatoria en cada concierto.

En los primeros cuatro días de veladas musicales la boletería ha estado agotada y se han tenido 868 asistentes. Se espera que hoy, al cierre del festival, la sala cope su capacidad de 217 espectadores.

La coordinadora cultural del Banco de la República, Carmen Adriana Ferreira Esparza, manifestó que para el cierre se tendrá hoy desde las 7 de la noche la presentación de los artistas Víctor Daniel Díaz, en el violín y Juan Carlos de la Pava, en el piano.

En el concierto interpretarán obras de Luis Antonio Escobar, Juan Carlos de la Pava y Beethoven.

Los conciertos, organizados por el Banco de la República, se caracterizan por iniciar puntualmente y la entrada tiene un costo de $3.000.

Al adquirir la boleta, en la sede del banco, se asigna la ubicación para comodidad de los asistentes.

Una de las galas que más ha cautivado a los asistentes es la del grupo El Maravelí, un proyecto de narración oral con guitarra clásica, liderado por Sebastián Villanueva y Katherine Marivel Quiñones.

En diálogo con ellos hablaron de su experiencia y de la buena acogida que han tenido con la propuesta cultural.

Rescate de las tradiciones

El recital de El Maravelí rindió un homenaje a la historia de los pueblos afro y emberá del Pacífico colombiano, a la biodiversidad de la región, a la música, la literatura y la tradición oral por medio de nueve obras compuestas para guitarra clásica.

El concierto, de principio a fin, hizo sentir a los espectadores en un viaje por la selva colombiana. Sebastián al tocar la guitarra dio vida a efectos que permitieron sentir el bosque, al tiempo que Katherine narró cuentos; dejando una sensación gratificante en el público que se congregó en la sala múltiple del banco.

Sebastián, al preguntársele por el nombre del grupo, dijo que fue la primera composición que hizo luego de uno de sus viajes al Pacífico, un porro en guitarra clásica.

El proyecto cultural surgió con Sebastián hace 10 años gracias a una beca de creación del Instituto Distrital de las Artes (Idartes) de Bogotá y en 2015, se unió Katherine para apoyar la presentación con su canto.

“El interés que tenemos no es regionalista, sino despertar el imaginario de las personas del común que están alejadas de la música. Los cuentos reafirman la idiosincrasia cultural, las raíces y tradiciones”.

De la experiencia de trabajar en equipo los artistas hablan con desparpajo, pues se divierten con lo que hacen y aportan a la construcción de la sociedad. “El Maravelí es una invitación a viajar en sí mismos, dentro de la propia sensibilidad para conectarse con los ancestros, es un llamado a querer la historia y sentirnos orgullos como nación, pues la música y la narración nos une como país”.