El presagio que tuvo Carmen Molina tras escuchar la detonación de varios disparos cerca de su casa de que algo malo acababa de ocurrir, lo constató cuando encontró muerto a su hermano Roberto Daniel Pérez Molina, de 29 años.

“Yo escuché un ruido como cuando descargan una volqueta de piedra; de repente me dijeron que los disparos fueron en el pool y yo salí corriendo, cuando llegué encontré a mi hermano tirado en el piso ya muerto”, dijo la mujer.

El crimen ocurrió a las 12:15 del mediodía de ayer, en el corregimiento de Aguaclara, zona rural de Cúcuta, mientras Pérez estaba jugando pool con la dueña del establecimiento.

Según se conoció, dos hombres de aspecto joven, vestidos de camisa blanca, llegaron en una motocicleta y entraron al lugar, pidieron una cerveza y se sentaron en una mesa, cerca donde estaba la víctima.

Después de unos minutos, los pistoleros aprovecharon que Roberto estaba concentrado en el juego y uno de ellos se levantó y le disparó en al menos catorce oportunidades, causándole la muerte de manera instantánea.

Los homicidas salieron del lugar y huyeron en la motocicleta con rumbo desconocido.

La mujer tuvo que ser trasladada a un centro médico tras sufrir una crisis nerviosa al presenciar el homicidio.

Familiares de Pérez Molina aseguraron que su pariente trabajaba en una arrocera y que no conocían de problemas o amenazas en su contra.

Allegados a la víctima aseguraron que Roberto Daniel había salido hace un tiempo de Aguaclara a trabajar en otro lugar y que hace seis meses regresó.

La víctima, menor de cinco hermanos, dejó a dos hijos menores de edad. 

Miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, practicaron la inspección y el levantamiento del cadáver.

Por ahora, se adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles del crimen e identificar a los autores del hecho.