La alcaldía de El Carmen y la Unidad de Víctimas confirmaron que, después del bombardeo que ocurrió en la vereda Potrero Grande el 1 y 2 de abril, el desplazamiento interveredal que sobrevino a los violentos hechos, terminó.

Según Saniel Peñaranda, director territorial de la Unidad de Víctimas, de las 90 familias que salieron de sus hogares solo tres aún no han regresado.

“Hasta el momento, hay 20 familias con problema por el agua, debido a que el bombardeo afectó las mangueras que usan para surtirse del líquido vital”, explicó el funcionario. “Debido al temor por posible munición sin explotar, o posibles minas antipersona, no se habían acercado a verificar”.

Para Edwin Contreras, alcalde del municipio, lo más delicado ha sido la afectación sicológica, especialmente en niños, que son atendidos por profesionales, aunque no restó importancia a la falta de agua.

“Ya le oficiamos a la Gobernación, para poder tener alguna ayuda, debido a que el municipio requiere un aporte adicional porque las mangueras se partieron, se quemaron, se desconectaron, y la situación es comentó.

Adicionalmente, dijo que el Ejército ha hecho acompañamiento y se comprometió a verificar que en las bocatomas y zonas afectadas no haya contaminación por explosivos que afecten a los civiles.