El páramo de Santurbán es la joya que en Norte de Santander no han podido explotar las multinacionales y pequeños mineros, gracias a las declaratorias de zonas protegidas que desde 2008, ha venido haciendo Corponor, previos estudios, iniciados en 1995.

Tras más de dos décadas de debates, marchas y la puja por si se conservaba el agua como bien para las actuales y futuras generaciones, o se abría paso a la minería; el Gobierno Nacional delimitó en 2014, el páramo de Santurbán, cerrando así un capítulo gris en la conservación del agua como sinónimo de vida y desarrollo.

Tras la declaratoría, que dejó al departamento con 89.288 hectáreas y que de acuerdo con el director de Corponor, Gregorio Angarita Lamk, tienen una conservación del 95 por ciento, se ha logrado que Norte de Santander tenga cuatro Parques Naturales Regionales (PNR), donde la minería y la extracción de oro no tienen cabida.

Sisavita, vereda de Cucutilla, fue la primera zona en ser declarada PNR -18 de junio de 2008-. Su extensión es de 12.131 hectáreas. 

Posteriormente vinieron los parques de Salazar, con 19.088 hectáreas; Arboledas, con 21.870 hectáreas y recientemente Mutiscua-Pamplona, con 9.389 hectáreas.

Adicional a los parques, una alianza con la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB), facilitó la creación del Distrito de Manejo Integrado en el páramo de Berlín, corredor contiguo a Santurbán.

Así, el 97 por ciento del área de páramo que pertenece a Norte de Santander está protegido bajo la figura de PNR, los cuales cuentan con los planes de manejo ambiental que permiten restringir el uso del suelo netamente a la conservación. 

Tras dos años y dos meses de la delimitación del páramo, Corponor entregó un informe en el que da cuenta que adicional a las declaratorias de zonas protegidas, se han adquirido 6.664 hectáreas para la conservación, predios antes utilizados por las campesinos en actividades agrícolas. Para ello, se han establecido alianzas con la Gobernación de Norte de Santander.

En las zonas declaradas PNR, se logró que 25 familias cambiarán las actividades agrícolas por conservación de bosques y a ellas se les entrega un incentivo económico por medio de la estrategia Banco2.

En el plan de acción que se trazó para la conservación de Santurbán como zona estratégica para garantizar el agua a los habitantes de Cúcuta y el área metropolitana, el punto a favor ha sido la poca actividad minera, a diferencia de Santander donde la misma ha devastado grandes áreas boscosas del páramo.

En la puja por preservar el territorio y siguiendo lo ordenado por la Corte Constitucional, hace dos meses Corponor expidió resoluciones para suspender actividades de explotación minera, en su mayoría de Carbón, correspondientes a tres títulos autorizados por el Gobierno Nacional y que tenían jurisdicción en los municipios de Mutiscua, Cácota, Pamplona, Silos y Chitagá.

Así, a la radiografía sobre Santurbán, se espera agregarle en el mediano plazo más acciones conjuntas de los entes del departamento, para que como hasta ahora, sigan garantizando la conservación de uno de los páramos más ricos del país.