La última vez que Édgar Hernando Arias Hernández, de 32 años, le escribió un mensaje a su compañera sentimental por Whatsapp, fue a las 9:42 de la noche del miércoles, es decir, casi veinte minutos antes de que fuera asesinado de cuatro disparos.

Arias le aseguró a la mujer que estaba a punto de salir del gimnasio de su propiedad, ubicado en la avenida 3E con calle 12 del barrio Caobos.

Sin embargo, a las 10:00 de la noche, antes de que se subiera a su camioneta marca Toyota Runner, en compañía de una mujer, en el parqueadero del establecimiento un hombre, que llegó a pie al lugar, se le acercó y le disparó de manera indiscriminada en el cuerpo y el cuello, dejándolo gravemente herido.

El pistolero huyó corriendo de la escena del crimen y al parecer, un compinche lo esperaba metros más adelante en una motocicleta.

Mientras tanto, Arias Hernández fue trasladado en la camioneta a una clínica cercana donde finalmente murió.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Yecid Mauricio Arango Sierra, aseguró que se adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles del crimen y ubicar al responsable del homicidio.

El oficial dijo que la víctima registraba anotaciones por el delito de inasistencia alimentaria.

Por su parte, la compañera sentimental de la víctima aseguró que no conocía de algún problema o amenaza en contra de Édgar que pudiera desencadenar el crimen.

Dijo que desde hace un año funcionaba el gimnasio en este sector de la ciudad, donde el 95 por ciento de los clientes eran mujeres, por su especialidad en la técnica Fitness.

“A él no le gustaba recibir hombres, por seguridad, cuidando a sus clientas”, dijo la compañera de Arias.

El homicidio quedó registrado en una cámara de seguridad que está ubicada en frente del parqueadero, donde fue atacado a disparos Arias Hernández.

Miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) hallaron cuatro vainillas en la escena del hecho que serán sometidas a estudios balísticos.