“Yo estaba sentado cuando vi llegar al hombre con una pistola; después escuché los tiros seguidos”.

Así recordó un habitante de la urbanización Cormoranes, de la ciudadela Juan Atalaya, el momento en que un pistolero asesinó de cuatro disparos a Jordin Rafael Villamizar Velásquez, de 23 años.

El crimen ocurrió a las 8:30 de la mañana de ayer, cuando Villamizar estaba arreglando una llanta de su carro, en el parqueadero de la urbanización, frente a la torre D.

La víctima recibió los disparos en la cabeza y murió de manera instantánea. El cadáver de Villamizar quedó tendido junto al vehículo.

En medio de la huida, el asesino se percató de que a un costado del parqueadero había un grupo de cinco mototaxistas que siempre están en este lugar y también los atacó a disparos.

“Ellos estaban escondidos detrás de las motos pero él (el agresor) les disparó y alcanzó a herir a uno de los mototaxistas”, dijo uno de los testigos.

El herido fue identificado como Óscar Alexander Martínez Ferrer, quien resultó afectado en la nariz tras rozarle un disparo.

El pistolero huyó en una motocicleta venezolana marca Bera Socialista, color rojo, en la que lo esperaba un compinche.

Cuando los compañeros de Martínez lo trasladaban al policlínico de Atalaya para que recibiera atención médica, se encontraron nuevamente con los homicidas, quienes se habían caído de la moto metros más adelante.

“Allá los amenazaron con el arma y los hicieron regresar”, dijo un habitante de la zona.

El comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Yecid Arango, aseguró que Villamizar Velásquez fue víctima de un atentado en el 2015, por lo que ya había interpuesto una denuncia contra el presunto agresor.

Por ahora, las autoridades adelantan las investigaciones para esclarecer el crimen.

Según se conoció, Jordin Rafael trabajaba comercializando gasolina.