José Alfredo Pacheco Alfaro fue sorprendido llevando en el baúl de un taxi 20 kilos y 200 gramos de cocaína. Delito por el cual, aceptó los cargos y fue condenado a 10.6 años de prisión.

El 20 de noviembre de 2015, un informante de la Policía delató el  movimiento que narcotraficantes  harían del estupefaciente por el barrio Motilones, en la ciudadela Juan Atalaya.

Fue así como unidades de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) interceptaron el automotor que era conducido por Pacheco Alfaro.

Cuando los agentes le pidieron que abriera el baúl, enseguida se mostró nervioso y les confesó que le dieron dos bolsos y le pidieron que siguiera a una moto, sin más detalles.  

Los investigadores encontraron en el baúl los bolsos con un total de veinte paquetes rectangulares en forma de panela que contenían la droga.

Para entonces, el coronel  Jaime Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, informó que con esa incautación se evitó que mediante el sistema de ‘menudeo’ fueran distribuidas al menos 43 mil dosis personales, con un valor superior a los 400 millones de pesos. 

“Estamos adelantando las investigaciones para determinar si esta sustancia sería comercializada en Cúcuta o en el municipio Pedro María Ureña (Venezuela)”, dijo entonces Barrera.

Por estos hechos, el detenido fue presentado ante el Juzgado Primero Penal Municipal de Los Patios que legalizó su captura y le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario, mientras avanzaba el proceso en su contra. La Fiscalía le imputó el delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes agravado (por la cantidad de droga que llevaba).

Preacuerdo

El 15 de diciembre de 2015, Pacheco Alfaro, de 24 años, natural de Cúcuta, llegó a un preacuerdo con la Fiscalía y a cambio de aceptar su responsabilidad en los hechos le fue eliminado el agravante del delito, lo cual, le representó un descuento en la pena.

Dicho preacuerdo fue aprobado por un juzgado especializado de Cúcuta que lo sentenció además a pagar una multa de 1.350 salarios mínimos legales mensuales vigentes a favor del Estado.

“Pacheco Alfaro aceptó los cargos de manera libre y voluntaria y no queda alternativa a dictar sentencia condenatoria en su contra”, señaló el juzgado en su decisión.

Al término de la audiencia, Pacheco Alfaro fue trasladado a la cárcel de Cúcuta, donde deberá purgar la pena impuesta. 

Al firmarse el preacuerdo, tanto la procedencia, destino y la propiedad de la droga incautada no fueron materia de debate probatorio.