El despertar del 16 de noviembre para varias familias de la Manzana F6, en Atalaya Primera Etapa, fue el más caótico que habían tenido en años. No entendían que pasaba, pero al abrir sus ojos nada estaba en orden.

¿La razón? una bomba puesta a un camión de la Policía que pasaba por la cuadra y transportaba a un grupo de uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad),  había destruido sus viviendas y roto sus ilusiones.

Hoy, mes y medio después de ese desafortunado episodio, dos familias, las más afectadas, lloran su tragedia y esperan las ayudas prometidas.

Rusbeth Contreras y Margarita Pinzón dicen que viven un diciembre diferente. Este año no pudieron decorar el frente de sus casas, ni mucho menos poner el tradicional arbolito de Navidad.

“Es triste ver que la casa por la que uno trabajó  con tanto esmero hoy esté así, toda dañada, porque uno no piensa que estas cosas le van a pasar a uno que nada tiene que ver”, contó una de las afectadas.

Y que de las más de 25 familias que resultaron con daños en sus residencias, dos siguen averiadas. Les falta el techo y en las paredes aún se observa las consecuencias del bombazo.

Por el mal estado, Contreras y Pinzón, junto con sus hijos y demás familiares, ahora viven en arriendo, pagado por la alcaldía, mientras les arreglan sus casas.

“Estamos esperando que nos lleguen las ayudas de materiales para arreglar la casa. Allí vivimos nueve personas y ahora estamos viviendo en arriendo”, dijo Frank Ramírez, hijo de Rusbeth.

No los han olvidado

Martha María Reyes, secretaria General de la alcaldía de Cúcuta, manifestó que por ahora les seguirán dando el arriendo a estas dos familias que resultaron más afectadas, porque están a la espera de una respuesta por parte de la Unidad Nacional de Víctimas, a la que ya le enviaron  un acta en donde evidenciaron  lo que sucedió y de las afectaciones de las viviendas.

“Vamos a esperar hasta el 15 de enero. Si no nos contestan, nosotros mismos, el alcalde César Rojas, les reconstruiremos las viviendas. Miraremos la manera de buscar los recursos”, aclaró Reyes.

Con esta promesa, las familias esperan que el 2017 sea un año diferente y puedan reorganizar sus vidas.