Un día después que la Presidencia de la República denunció que un “alto funcionario” del gobierno anterior recibió más de 6 millones de dólares de la firma brasileña Odebrecht, el expresidente Álvaro Uribe aceptó que “alguien” de su administración recibió la coima. 

“Indagaciones preliminares en la justicia me indican que alguien que trabajó en mi Gobierno sería uno de los beneficiarios de los sobornos de Odebrecht en Colombia, además de personas del Gobierno actual. Tan pronto tenga más información la comunicaré con el pedido de la más severa sanción al responsable o responsables”, escribió el senador en un comunicado que envió desde Rionegro, Antioquia. 

Recordó que en su gobierno los contratos se discutían y adjudicaban en audiencia pública y que el fallecido exministro Andrés Uriel Gallego, le “acompañó con absoluta pulcritud durante el ejercicio de la Gobernación de Antioquia y de la Presidencia”. 

Uribe planteó además que “conocida la información internacional, el actual Gobierno ha guardado silencio sobre cambios de trazado, adiciones contractuales, navegabilidad del río Magdalena y otros, que se podrían sumar a la lista de su corruptela en venta de Isagen, construcción de Reficar y Bioenergy, Saludcoop, Caprecom, pagos del narcotráfico a asesores del Gobierno, sobornos a políticos y a operadores de justicia, a periodistas con contratos y la adjudicación del Canal Uno a un único proponente, integrado por dos amigos del Presidente”. 

Frente a la reunión del presidente Juan Manuel Santos con un directivo de Odebrecht en 2015, Uribe sostiene que “se sucede cuando ya se conocían los escándalos de esta compañía en Brasil y en otras partes. Este caso nos permitirá hacer una distinción entre la persecución política sufrida por muchos de los nuestros y la repugnante corrupción”.