Al menos 27 civiles murieron el sábado en bombardeos del régimen sirio contra los barrios rebeldes de la ciudad de Alepo, que destruyeron uno de los últimos hospitales de la zona y obligaron a las escuelas a cerrar sus puertas. 

Por quinto día consecutivo, una profusión de cohetes, obuses y barriles de explosivos se abatía sobre la segunda ciudad de Siria, causando un estruendo aterrador y estremeciendo el suelo y los inmuebles. 

“Es un día catastrófico en Alepo, asediada con un bombardeo sin precedentes con todo tipo de armas”, escribieron socorristas de los Cascos Blancos. 

Las tropas del presidente sirio, Bashar al Asad, que dominan los barrios occidentales, quieren reconquistar a toda costa la parte oriental de Alepo, en poder de los rebeldes desde 2012. 

Entre tanto, las escuelas del este de Alepo anunciaron en un comunicado la suspensión de las clases para garantizar “la seguridad de los alumnos y los profesores tras los bombardeos salvajes”.

Estados Unidos interviene

La Consejera de seguridad nacional estadounidense, Susan Rice, condenó los “atroces” bombardeos a hospitales en el este de Alepo en poder de los rebeldes sirios.

Rice indicó que el gobierno estadounidense aprovechará la cumbre de líderes de la región Asia-Pacífico en Perú para presionar a Rusia, en un evento en el que también participa el presidente Vladimir Putin.

“Estados Unidos nuevamente se une a sus aliados, muchos de los cuales se reúnen en Perú este fin de semana, para solicitar el inmediato cese de los bombardeos y llamar a Rusia a desescalar inmediatamente la violencia y facilitar la ayuda humanitaria y el acceso a la población siria”, puntualizó Rice.

El gobierno estadounidense advirtió al régimen de Damasco y a sus aliados rusos que serán responsables de las consecuencias a largo plazo.