El plan de desarrollo de El Tarra fue reconocido por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) como uno de los mejores del país, siendo además el único de Norte de Santander que logró ser finalista en la competencia.

El plan, inscrito desde agosto, participó en la contienda con cerca de 600 propuestas de todo el país y ocupó el segundo puesto, dentro de la categoría Municipios con desarrollo temprano (para entes territoriales de sexta categoría), precedido por Caldas (Boyacá).

“La escogencia fue bastante estricta, dispendiosa y rigurosa”, dijo el alcalde, José de Dios Toro, entusiasmado con el acontecimiento. “Nos explicaban que el DNP destinó 100 funcionarios para hacer la evaluación y luego, seis universidades”.

Al final, quedaron 26 planes de desarrollo, 8 gobernaciones y 18 municipios con las características que se buscaban: entidades que garantizaran la inversión eficiente de los recursos con proyectos que respondieran a las necesidades reales de los ciudadanos.

El plan de El Tarra no solo tuvo estos requisitos, sino que también se basa en principios como la vida, la participación, el pluralismo, la transparencia y la protección del medio ambiente.

Además, busca dar gobernabilidad y autonomía a sus líderes comunales en busca de la unidad.

“Para nosotros es un orgullo estar entre los mejores”, agregó el alcalde. “Los municipios de sexta categoría somos el 90 por ciento de las zonas del país, y llegar por méritos, tan alejados y olvidados, es una satisfacción inmensa”.

Ahora, espera que el galardón tenga otros beneficios, y mayor apoyo para cumplir con más de 300 metas del plan.

Los proyectos

Según Toro, la principal inquitud que queda es la obtención de recursos para culminar proyectos estratégicos, principalmente de infraestructura vial y educativa.

Un puente sobre el río Catatumbo, en la vereda Buenos Aires, que vale ocho mil millones de pesos, y el anunciado centro experimental de educación que quedaría en el municipio, y  beneficiaría al Catatumbo, son las principales expectativas.

Con este último proyecto, prometido por la Gobernación, aunque no ha tenido avances, Toro confía en que a esta centro llegarán universidades de todo el país, para mejorar la educación local.

“Esperamos que podamos tener esa diversidad que necesitamos para formar a nuestras comunidades”, agregó. “Nuestra solicitud, en el caso de la Gobernación, es que nos tengan en cuenta por lo que logramos”.

En materia agropecuaria, la finalidad es lograr la soberanía alimentaria y promover la ruta de los cultivos de pancoger, ecológicos y sostenibles, para cambiar, por fin, los cultivos de uso ilícito, uno de los retos más complejos que no depende únicamente de la ejecución del notable plan, sino de la voluntad de los gobiernos nacional y regional.