En un día radiante, sin los contratiempos de la lluvia, los veteranos de mil batallas madrugaron y a las ocho de la mañana estaban haciendo fila en el Complejo Histórico de San Francisco para depositar el voto de confianza hacia la paz.

Las autoridades entonaron en la plazoleta de la gran Convención el himno nacional de la República de Colombia y de inmediato se trasladaron hacia los puestos de votación para ofrecer garantías en el proceso democrático.

La alcaldesa, Miriam Prado Carrascal, buscó su mesa y cumplió con el deber ciudadano; acto seguido lo hizo su esposo el exdiputado de Norte de Santander, Juan Carlos Arévalo Durán, quien a pesar de sufrir los embates de la violencia apoyó el sí para dejar un mejor país a las futuras generaciones.

“Hay que perdonar, mi padre el representante a la Cámara Álvaro Arévalo Ferrero  fue asesinado por el ELN y yo secuestrado por las Farc. Nuestro país está en un proceso de transición y hay que generar espacios de convivencia pacífica”, recalcó.

Representantes de la vieja guardia dieron ejemplo y salieron temprano; los jóvenes a cuentagotas aparecían con opiniones divididas en las urnas, ratificando la dinámica de la democracia.

En sillas de ruedas, con muletas o ayudados por sus seres queridos, los adultos mayores llegaron hasta los puestos de votación para no perderse ese derecho ciudadano.

Tampoco se registró contrapunteo alguno entre los defensores del sí y los opositores. Sólo en los alrededores se escuchaban arengas por el sí.

El acompañamiento

El Procurador Provincial, Juan Carlos Marín Ortegón, indicó que la gente acató las recomendaciones entregadas por el ministerio público.

“No se podía hacer pedagogía del acuerdo final, la trashumancia electoral en este caso no aplica y no se registraron denuncias de retención de cédulas o compra de votos”, recalcó.

La personera Diana Carolina Martínez Casadiegos recorrió todos los puestos de votación y no detectó irregularidad alguna. “Total normalidad, una que otra confusión entre los votantes para ubicar la mesa, pero fueron detalles menores”, reiteró.

El representante a la Cámara, Ciro Antonio Rodríguez Pinzón, manifestó que es la oportunidad de refrendar la paz, construir una nueva Colombia y hacer historia.

“Debemos avanzar y lograr la paz verdadera, especialmente en zonas como el Catatumbo, donde se viene sufriendo desde hace más de 50 años la guerra que acrecienta las brechas sociales”, agregó.
   
El pulso de los veteranos

(Como Carlos Rincón, en Ocaña los más viejos fueron los que respaldaron el Acuerdo con las Farc. Los jóvenes, en cambio, se inclinaron por el 'No'.)
 
El hombre más longevo de Ocaña, Carlos Julio Rincón Garzón, de 105 años, llegó hasta la escuela Milanés, acompañado de sus hijos Miriam y Santander para sufragar en la mesa número uno.

Luego de una corta orientación procedió a marcar la tarjeta electoral y cuando depositó el voto levantó los brazos y gritó: ¡Por la paz de Colombia!

Confesó que hizo lo mismo en el primer plebiscito en 1957 cuando se vivía una violencia en todo el territorio nacional. “En ese entonces con el Frente Nacional se logró conciliar los ánimos. Ahora, esperamos lo mismo”, exclamó.

A Yebrail Hadad Salcedo, de 91 años, le correspondió la mesa número uno del puesto de votación del complejo de San Francisco. “Es una experiencia maravillosa el haber votado en los dos plebiscitos. El primero de diciembre de 1957 había mucha algarabía por el voto de la mujer por primera vez y los cambios estructurales de la policía como era la refrendación de la alternación de los partidos tradicionales Liberal y Conservador para acabar con la violencia política. Ahora es para lograr una paz duradera, en ambos voté por el sí”, manifestó.

Al Colegio Nacional José Eusebio Caro llegó con muletas Manuel de Jesús Rodríguez Meneses, de 92 años, quien también tuvo la dicha de participar en los dos procesos electorales. “Dios es muy grande y todo lo puede, en aquel entonces la ilusión era acabar con esa violencia política y se creó el Frente Nacional. Ahora estamos cansados de la guerrilla y se vislumbra una luz de esperanza, entonces votamos por el sí”, recalcó.