El presidente de la República, Juan Manuel Santos, está feliz, orgulloso y optimista. Contra el pronóstico de cualquier colombiano hace cuatro años, llegó al final de un proceso de paz con las Farc y está seguro de que el país lo ratificará con un voto mayoritario por el ‘Sí’ en el plebiscito que convocará para el próximo 2 de octubre.

Por supuesto, reconoce que hay puntos que no dejan conformes a todos y asegura que garantizará los derechos de quienes auspicien una votación negativa.

Ante las críticas que esos sectores le hacen por la llegada de la guerrilla al Congreso, dice que el final lógico de una negociación de paz es que el grupo insurgente participe en política.

Y a sus principales contradictores, los expresidentes Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, les pide que dejen atrás ese pasado de confrontación.

Se le nota contrariado y enérgico en su respuesta, cuando se le pregunta por la renuencia de las Farc a devolver a los menores de edad que están en sus filas: “Tienen que honrar su palabra y entregar a los menores cuanto antes. Por eso, la mejor garantía de que no haya más reclutamiento y de que los niños vuelvan a sus hogares es precisamente el fin del conflicto”.

En un breve espacio que le dejó su agenda de fin de semana, repleta de actos regionales para ambientar el acuerdo de paz y la votación en el plebiscito, el jefe de Estado habló sobre el histórico acontecimiento.

El acuerdo firmado es inmodificable. Entonces, ¿cuáles serán los efectos del plebiscito?

Desde el principio de las negociaciones prometí que los colombianos tendrían la última palabra sobre el Acuerdo Final. Por eso, lo acordado solo entrará en vigencia cuando los colombianos digan ‘Sí’ en el plebiscito. En este momento Colombia está frente a la realidad de terminar el conflicto con las Farc y construir un país más seguro, moderno y en paz.

El miércoles usted nos agradeció a todos los colombianos por la persistencia en estos años. ¿Cómo interpreta, entonces, que haya tanta gente promoviendo el ‘No’?

La gran mayoría de los colombianos está a favor de lo acordado. Sin embargo, es válido tener dudas y preguntas. Lo que no es válido es usar el miedo y la desinformación. Por eso, el compromiso del Gobierno es intensificar el trabajo de pedagogía e información sobre lo acordado. En la medida en que el contenido del acuerdo se conozca mejor, sus bondades serán reconocidas por los escépticos. A esas personas que insisten en votar ‘No’, les digo que logramos un acuerdo bueno y razonable, que beneficia a todos los colombianos, especialmente a los de las zonas más afectadas por la violencia. Por donde se mire, este acuerdo es mejor que continuar una guerra que solo ha traído sufrimiento. El 2 de octubre, con su voto, tendrán la oportunidad histórica de dejar atrás el conflicto, hacer que las Farc se acaben y participar en la construcción de un mejor futuro.

Como presidente de la República, ¿qué garantías les dará a los promotores del ‘No’ en el plebiscito?

Las garantías están dadas por la ley estatutaria que regula el plebiscito especial para la paz y por las aclaraciones que hizo la Corte Constitucional en su fallo.  Como presidente seré respetuoso de esas reglas de juego que se establecieron en la ley estatutaria y de las normas que para el efecto expida el Consejo Nacional Electoral.

Humberto de la Calle dijo que una votación mayoritaria por el ‘No’ sería una “catástrofe”. ¿Ha preparado alguna acción para esa eventualidad?

En lo que hay que pensar es en que el país sabe que este es un acuerdo para todos los colombianos. Y también es un acuerdo de todos los colombianos. Por eso, estoy convencido de que la gran mayoría de los compatriotas entiende la transcendencia de la decisión que tiene que tomar, y votará por la paz, porque es lo que hemos buscado como sociedad desde hace muchos años, décadas.

¿Cree que es suficiente el tiempo para que todos se enteren del contenido de los acuerdos? ¿Puede garantizar que será una decisión informada la votación en el plebiscito?

Claro que sí. Ya el acuerdo puede ser consultado por todos los colombianos en la página web de Presidencia y en las de otras entidades públicas. Durante estas próximas semanas la comunicación del Gobierno estará centrada en divulgar y hacer pedagogía sobre el acuerdo. Divulgaremos el Acuerdo Final en todos los medios de comunicación: redes sociales, periódicos impresos, emisoras radiales, canales de televisión, tanto públicos como privados. Así mismo, en todos los sitios web del Gobierno encontrarán una entrada para conocer lo acordado. Haremos un esfuerzo permanente para que todos los colombianos puedan conocer y analizar el acuerdo, para que tomen una decisión en conciencia. Estoy seguro de que los medios de comunicación contribuirán de manera fundamental en esa tarea.

Han ganado fuerza en las últimas horas las críticas por la negativa de las Farc a devolver a los menores de edad, pese al compromiso que habían hecho hace meses. ¿Hay garantía de que no haya incumplimientos similares en otros aspectos?

Las Farc tienen que honrar su palabra y entregar a los menores que están en sus filas cuanto antes. La mejor garantía de que no haya más reclutamiento y de que los niños vuelvan a sus hogares es precisamente el fin del conflicto, además, están las garantías acordadas, y aceptadas por la guerrilla, de entregar todas las armas a las Naciones Unidas y de hacer el proceso de reincorporación a través de las Zonas Veredales de Transición, bajo la supervisión de las mismas Naciones Unidas.

¿Cómo seguirá buscando el apoyo a este proceso de paz, ya concluido, de dos críticos tan acérrimos como los expresidentes Pastrana y Uribe?

A ambos les pido que dejemos atrás ese pasado de confrontación y de conflicto. Esta paz también les pertenece a ellos, porque la buscaron y abonaron el terreno para este gran logro. La construcción de la paz es una tarea que nos involucra a todos.

Este lunes, cuando entre en vigor el cese al fuego bilateral e indefinido con las Farc, ¿cómo operarán las Fuerzas Armadas para perseguir al Eln y a los grupos paramilitares?

Quiero ser muy claro. Este es el fin del conflicto con las Farc. Por eso, la Fuerza Pública podrá concentrarse en combatir a las bandas criminales, al Ejército de Liberación Nacional y a la delincuencia común en nuestras ciudades. Con este acuerdo, la seguridad y la tranquilidad de los colombianos se fortalece.

¿Se siente tranquilo con las concesiones de participación política que se les dieron a las Farc?

El final lógico de una negociación de paz es que el grupo insurgente participe en política. Quedé muy satisfecho con la fórmula que se acordó, porque las Farc tendrán que salir a convencer con argumentos e ideas a los colombianos para que voten por ellos. Ese es el propósito de una negociación: que las Farc abandonen las armas y la violencia y hagan política en democracia.

¿Cómo se asegurará el financiamiento para todos los acuerdos firmados con la guerrilla?

Lo primero que hay que decir, es que no hay nada más caro y doloroso que la guerra. La financiación del posconflicto recaerá sobre el Gobierno Nacional, los gobiernos regionales, el sector privado y, cuando sea pertinente, la cooperación internacional. Esto significa que el Presupuesto General de la Nación, el Sistema General de Regalías, el Sistema General de Participaciones y los recursos provenientes de los entes territoriales, deberán articularse y concurrir en torno al objetivo común de construir una paz estable y duradera.

Con ese fin de conseguir los recursos para la paz, ¿es indispensable tramitar la Reforma Tributaria o habría un ‘Plan B’, como una emergencia económica?

La necesidad de hacer la Reforma Tributaria no es para financiar el posconflicto. Buscamos aumentar la competitividad del país a través de la creación de un Estatuto Tributario más simple, progresivo, equitativo y eficiente. Será una reforma estructural para corregir deficiencias de nuestro régimen tributario y hacer más eficiente la financiación del Estado en el largo plazo.

Alfonso Ospina Torres | Colprensa