Las expectativas se superaron y lo que inicialmente fue un proyecto para que 30 niños cucuteños aprendieran de cambio climático por medio del arte, terminó vinculando a padres de familia, jóvenes y a parte del personal del Museo Norte de Santander y Ciudad de Cúcuta y de la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero.

‘El efímero bosque del recuerdo’ es el proyecto concebido por la artista cucuteña Grecia Quintero, ganadora de la convocatoria del Fondo Acción, a la que se postularon 150 propuestas de todo el país.

La iniciativa, que se desarrolló durante seis meses, buscó que los niños aprendieran sobre cambio climático y el impacto que se está causando al planeta, por medio de prácticas artísticas.

La parte pedagógica contempló actividades en música, artesanías, pintura y charlas dirigidas, en las que por medio de las manifestaciones artísticas, los niños aprendieron qué es el cambio climático y por qué es importante adoptar prácticas amigables con la Tierra.

“Iniciamos con una sensibilización sonora, por tanto la música y las vibraciones lo unen todo. Eso, unido a terapias de sonido, yoga y ejercicios de respiración; conectaron a los niños y les despertó sus sentidos”.

A la par, los menores aprendieron a elaborar materas y huertas caseras. Desde abril se venían cumpliendo talleres de dibujo y se produjeron videos como parte del producto final del proyecto.

Las piezas audiovisuales hicieron parte del resultado final del proyecto. “Queríamos presentar los videos de una manera diferente y acorde con la esencia del proyecto. Por ello, se hicieron bloques de hielo que sirvieron de pantallas y sobre ellos se proyectaron”.

El agua fue recolectada por los menores en las casas, del sobrante de la lavadora. “Luego decantamos el agua por medio de un hilo, de un recipiente alto a uno bajo. Las impurezas quedaban en el hilo y ese fue otro ejercicio para enseñar a los niños a reutilizar”, dijo Quintero.

En las 10 pantallas de hielo, padres y transeúntes que acudieron a la ciclovía nocturna de esta semana, apreciaron árboles en montañas, algunos secos que reviven con las lluvias. Además de especies en flora nativas de los bosques secos de Cúcuta.

Elizabeth Valenzuela, coordinadora el área de cambio climático de Fondo Acción, exaltó el resultado y dijo que la experiencia se dará a conocer en otras regiones del país como modelo novedoso de enseñanza.

La Opinión