Desde el pasado 29 de junio los dueños de los bares ubicados en la avenida 8 entre calles  8 y 9, y  calle 9 entre avenidas 8 y 9, frente al parque Mercedes Ábrego y la iglesia de San Antonio de Padua, deben cerrar sus locales a las 6 p.m., situación que según ellos los pone en desventaja frente a los demás comerciantes de la zona.

La situación se dio luego de que la Alcaldía expidiera un decreto para regularles nuevamente el horario de funcionamiento, el cuál quedó de 9 a.m. a 6 p.m. de domingo a domingo. Lo que desató inconformismo entre los comerciantes, puesto que anteriormente tenían permiso hasta las 11 p.m.

Consuelo Gutiérrez es una de las afectadas, y asegura no entender el porqué de la medida, si ella tiene   toda la documentación en regla.

“Tengo el uso de suelos, estoy al día con Sayco y Acinpro, tengo el certificado de bomberos y estoy al día con la Dian, no entiendo porqué nos cierran achacándonos problemas ajenos”, dijo Gutiérrez un poco molesta.

Y es que según el decreto el cambio de horarios se  da con el fin de garantizar  el orden público, preservar la seguridad ciudadana para eliminar los factores de perturbación, intranquilidad y baja convivencia, que se presentan en este sector.

La Alcaldía alegó que la Policía no daba abasto atendiendo las quejas de los vecinos porque el sector se ha convertido en un lugar inseguro para las personas que debían cruzar el parque o se dirigen a la iglesia, y redujo el horario de atención de los bares de la zona.

“Nosotros no somos los del problema, la Policía es la que debe estar más atenta. Por esta medida he tenido que despedir a dos empleadas”, dijo Rosa Sánchez. “No es posible que nos hagan cerrar cuando apenas están llegando los clientes”.

Mariela Gómez, quien lleva 19 años vendiendo licor en la avenida 8 asegura que es la primera vez que les ponen un horario tan cortante.

Los comerciantes exigieron el derecho a la igualdad, alegando que a la propietaria de un bar cercano le levantaron la restricción.

La Opinión