Un exjefe del Eln, detenido semanas atrás en Colombia y señalado de participar en un secuestro masivo en 2000, informó este martes que fue liberado la víspera, tras ser nombrado gestor de paz por el gobierno para favorecer un diálogo con esa guerrilla.

Carlos Arturo Velandia, conocido en las filas del Ejército de Liberación Nacional (Eln, guevarista) como Felipe Torres, confirmó a la emisora La Fm que la noche del lunes "se hizo efectiva la orden presidencial, el decreto presidencial que me concede la libertad y ya estoy gozando de ella".

El gobierno de Juan Manuel Santos había pedido la semana pasada suspender las órdenes de captura contra Velandia, a quien nombró "gestor de paz".

Ahora, el antiguo líder guerrillero dijo que se prepara para tener una reunión "con funcionarios de la oficina del Alto Comisionado para la Paz", para definir su labor.

Velandia ya mediaba informalmente entre el gobierno y el Eln para instalar los diálogos de paz, cuando fue detenido el 20 de junio pasado por su presunta participación en un secuestro masivo en 2000. Su captura ocurrió en momentos en que llegaba al país procedente de España.

El exlíder, que había ingresado al Eln en 1970 y estaba libre desde 2003 tras casi una década preso, hacía años que ya no se consideraba un guerrillero, sino un "eleno" de formación, y había hecho llamados a sus excompañeros a abandonar la lucha armada.

Sobre su reciente detención, Velandia dijo que fue producto de "una situación que no se sostiene jurídicamente" y que, según sus hipótesis, pudo tener la intención de "generar ruido en el proceso de paz con las Farc", primera guerrilla del país, con la que el gobierno se encuentra cerca de firmar un acuerdo, o "generar presión directamente al presidente".

La semana pasada, Santos pidió suspender las órdenes de captura contra Velandia y el también exlíder del Eln Gerardo Antonio Bermúdez, conocido como Francisco Galán, para que en adelante sean "gestores de paz".

Aunque el gobierno y el Eln anunciaron en marzo una pronta negociación de paz, la mesa de diálogo no se ha instalado porque para ello Santos reclama al grupo insurgente que abandone primero la práctica del secuestro, lo que la guerrilla se niega a hacer por considerarlo un "gesto unilateral" de paz.

Bogotá | AFP