Hasta una casa del barrio Alfonso López llegaron uniformados de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, en busca de tres armas que habrían sido utilizadas en varios homicidios registrados en la ciudad.

Las armas estaban camufladas detrás de un cuadro, en un bafle de sonido y debajo de un colchón. 

Los policías encontraron una pistola marca Beretta de fabricación americana, calibre 9 milímetros, con un proveedor y 15 cartuchos, modificada en el extremo del cañón para adaptarle un silenciador; asimismo, dos revólveres, uno marca Llama Scorpio y otro marca Cassidy, ambos de calibre 38 milímetros con 13 cartuchos.

Cuatro de los cartuchos tenían cinta con una sustancia en polvo de color blanco adherida a la parte extrema del proyectil, una modalidad que no había sido descubierta anteriormente.

Según la Policía, esto indicaría que se trata de un producto venenoso que agravaría a la víctima al momento de ser impactada por una de estas balas. Los cartuchos fueron sometidos a estudios en Medicina Legal.

La Opinión