En medio de la celebración de los 52 años del Ejército de Liberación Nacional (Eln) en Norte de Santander, uno de los escenarios que amanecieron el lunes invadidos por la zozobra de este grupo guerrillero fue Tibú.

Las fachadas y paredes de numerosas casas fueron marcadas con letreros alusivos al Eln y los pasacalles adornaban el pueblo.

No obstante, la amenaza de una presunta cajabomba en el parque principal de esta localidad nortesantandereana alertaron a las autoridades sobre un atentado por parte de esa guerrilla.

Sin embargo, soldados de la Trigésima Brigada del Ejército, adscritos a la Fuerza de Tarea Vulcano, en conjunto con la Policía, descartaron la existencia del explosivo tras activar los protocolos de seguridad en el sector.

Asimismo, los uniformados limpiaron las puertas, ventanas y paredes de las viviendas que fueron marcadas por los miembros de la organización alzada en armas.

El comandante de la Trigésima Brigada del Ejército, coronel Wilson Camargo Tamayo, aseguró que sus hombres quitaron al menos 75 letreros y ocho pasacalles del Eln en Tibú.

“Se quitaron estos elementos porque no hacen sino deteriorar la propiedad privada, y no hay razón de ser para poner una pancarta y atemorizar a la población civil”, dijo el oficial.

El Ejército desplegó al menos 7.000 hombres en las vías del departamento para garantizar la seguridad de los viajeros en el retorno del puente festivo y para contrarrestar cualquier acción de la guerrilla.

La Opinión