El día anterior a la final del Abierto de Francia, el entrenador de Serena Williams, Patrick Mouratoglou, discutía si su jugadora necesitaría elevar su nivel para vencer a Garbiñe Muguruza y conseguir su título 22 de Grand Slam. "No sé por qué todos están tan impresionados con Garbiñe", declaró. "¿Ha ganado algún Grand Slam?".
 
Su comentario, acompañado de una sonrisa, pretendió ser algo jocoso. Casi 24 horas después, su pregunta precisó de una nueva respuesta. 
 
Muguruza ganó el sábado su primer título de un major al derrotar 7-5, 6-4 a Williams, la campeona defensora en Roland Garros, a quien impidió empatar el récord de Steffi Graf de 22 trofeos de Grand Slam en la era de los Abiertos.
 
"Tiene un futuro brillante, obviamente", dijo Williams, quien con 34 años es 12 mayor que su oponente hispano-venezolana. "Sabe cómo jugar en el gran escenario y... claramente, sabe cómo ganar Grand Slams".
 
Muguruza, cuarta preclasificada, utilizó sus potentes disparos desde el fondo de la cancha para mantener fuera de balance a la número uno del mundo y superar las señales de nerviosismo reflejadas en sus nueve dobles faltas. Más impresionante aún, Muguruza rompió cuatro veces el servicio de Williams, tres de ellas de manera consecutiva.
 
"No puedo explicar con palabras lo que significa para mí este día", afirmó la jugadora nacida en Caracas de padre español y madre venezolana.
 
Fue su segunda final de un major, tras caer ante Williams en la de Wimbledon del año pasado, pero ahora ha ganado sus últimos dos duelos contra la estadounidense en la arcilla de Roland Garros, incluyendo el de la segunda ronda de 2014. Así que desde el inicio del Abierto de Francia de 2013, Williams tiene marca de 0-2 en París ante Muguruza y de 21-0 contra cualquiera otra rival.
 
"Crecí jugando en arcilla", señaló Muguruza durante la ceremonia de entrega del trofeo, "por lo que para España, y para mí, esto es increíble".

Para Williams, cuya sincronización no fue precisamente la correcta gran parte de la tarde, la derrota en el torneo parisino retrasa de nuevo su búsqueda por igualar a Graf. Margaret Court posee la marca de todos los tiempos con 24 cetros.
 
Williams conquistó el número 21 en Wimbledon en 2015, su cuarto título en un major de manera consecutiva, pero desde entonces cayó en las semifinales del Abierto de Estados Unidos ante Roberta Vinci en septiembre pasado, en la final del Abierto de Australia contra Angelique Kerber en enero, y ahora frente a Muguruza. Es la primera vez en la carrera de Serena que pierde finales de Grand Slam en fila.
 
Mouratoglou aseguró el sábado que la persecución del major 22 "no es una obsesión" para Williams. "No se levanta cada mañana pensando en ello. Eso es seguro". Pero añadió: "La presión de dejar una huella indeleble en la historia es incomparable".
 
Williams dio crédito a Muguruza por jugar "increíble" y agregó: "Lo único que puedo hacer es seguir intentando".
 
La visita a París este año no pudo empezar de manera más desfavorable para Muguruza: Perdió el primer set que jugó en el torneo contra la clasificada 38, Anna Karolina Schmiedlova. Pero todo cambió desde ahí. Ganó los siguientes 14 sets que disputó, desplegando agresividad para atacar la pelota.
 
La final empezó bajo cielo nublado, pero al menos no hubo la fuerte lluvia que condujo a inundaciones en París y a un cierre temporal del museo de Louvre. Todas esas lluvias afectaron el calendario del torneo, obligando a Williams a entrar en acción por cuarto día consecutivo este sábado.
 
La estadounidense no se escudó en eso ni en un problema con un músculo de la pierna. "No creo que sea algo que yo diría: `Oh, esa fue la razón"', declaró Williams.
 
Muguruza ganó el tiro de la moneda previo al encuentro y dejó servir primero a Williams, una opción interesante dado que la estadounidense es reconocida con el mejor saque en la rama femenil, y quizá de todos los tiempos. Y la decisión pareció incluso más curiosa cuando Muguruza sólo pudo poner la pelota en juego en uno de los primeros seis puntos servidos por Williams. En uno de los primeros, Muguruza abanicó por completo en un intento por devolver de revés un segundo servicio de botes altos a 143 kilómetros por hora.
 
Y, sin embargo, todo terminó por funcionarle a Garbiñe. Y de qué manera. Ganó todos los seis puntos de 10 tiros o más en el primer set y, de hecho, no hubo pelotas de desperdicio este día. Ambas jugaron fuerte, intercambiando sendos golpes de derecha y de revés desde la línea de fondo que hicieron parecer injusto caracterizar casi cualquier cosa como un "error no forzado". Williams finalizó con 39 de ellos, 18 más que Muguruza.

Paris | AP