Luego de que su nombre saliera a relucir por la concesión de seguidas detenciones domiciliarias a comandantes de bandas criminales y guerrilleros condenados, Carlos Garnica Vargas, exjuez primero de ejecución de penas y medidas de seguridad de Cúcuta, fue capturado en Bogotá.

La detención estuvo a cargo de personal del CTI de la Fiscalía, en un proceso que se adelanta en su contra por su presunta comisión en el delito de prevaricato por acción (el servidor público que profiera resolución, dictamen o concepto manifiestamente contrario a la ley).

En el caso más reciente, en mayo de 2015, el exjuez Garnica concedió la casa por cárcel a Yoiner Romero Carrascal, conocido como Gonzalo, quien el 21 de noviembre de 2013 aceptó cargos y fue condenado a 22 años de prisión por la muerte de cinco policías.

Romero Carrascal, señalado por las autoridades de ser segundo cabecilla y jefe de finanzas de la compañía Comandante Diego del  Eln, aprovechó dicho beneficio para escapar.

Según la Fiscalía y la Procuraduría, por la alta peligrosidad del condenado, le advirtieron a Garnica Vargas sobre el riesgo que esto significaba. Sin embargo, le fue otorgado dicho beneficio.

Razón por la cual, la Fiscalía denunció penal y disciplinariamente a Garnica, quien ya ha estado relacionado en la Procuraduría por otorgar similares detenciones domiciliarias.

Entre estas, la concedida a Yorman Eduardo Vargas Rodríguez, condenado a cuatro años de prisión, el 5 de septiembre de 2011, por concierto para delinquir agravado y señalado cabecilla de Los Rastrojos, en Puerto Santander.

También, la concedida a Máximo Cuesta Valencia, jefe de las Águilas Negras, en Puerto Santander, quien recibió la casa por cárcel en el corregimiento de Banco de Arena, donde precisamente era su zona de influencia delictiva.

Otras indagaciones

En medios judiciales se recordó que varias de estas decisiones del exjuez fueron apeladas por el exprocurador Carlos Fernando Mendoza, víctima de un atentado el 13 de junio de 2012, quien antes de su exilio denunció esta situación en el programa Especiales Pirry de RCN.

A ello, se suman las amenazas que recibió por parte de desconocidos el conjuez Crisanto Esteban Jaimes, quien perteneció a la sala disciplinaria, las cuales  habrían surgido tras la orden de apertura de un proceso disciplinario contra Garnica Vargas por estos mismos hechos.

Por su parte, el exjuez, quien este año renunció a su cargo luego de una licencia, se ha defendido de todos estos señalamientos asegurando que todo se trata de un “matoneo judicial” en su contra.

Hasta el viernes, avanzaba en la capital del país la audiencia de imputación de cargos y medida de aseguramiento.

La Opinión