De los tres polígonos establecidos para que se constituya la zona de reserva campesina de Catatumbo que se han solicitado, posiblemente dos no reciban ningún aval, pero uno sí, en territorio de Hacarí, El Tarra y San Calixto.

“Le faltan algunas verificaciones, pero tarde o temprano va a ser una zona de reserva campesina”, fue la contundente declaración del gobernador, William Villamizar, durante la mesa ambiental efectuada el viernes en Villa del Rosario.

De acuerdo con el mandatario, por información que obtuvo del Gobierno Nacional, una de las áreas tendría conflicto por su cercanía con la frontera, y la otra con los resguardos de la comunidad barí.

La última, está ubicada donde actualmente se desarrollan los estudios y diseños del anillo vial para la paz, entre El Tarra, San Calixto y Hacarí.

“Esa sería la zona que cumple con los requisitos”, comentó Villamizar. “Hay que verificar, pero según las apreciaciones del Gobierno Nacional una zona cumple y habrá un momento en el que gobierno deberá aceptarla”.

En relación con el manejo que se dé a la zona, y para que se reduzcan posibles inconformismos con las metas del plan de desarrollo departamental, el mandatario afirmó estar dispuesto a concertar.

“La disposición es cumplir en esa zona”, agregó. “Nuestro propósito no riñe con las observaciones que se han hecho y el objetivo es tener politicas concertadas para que no haya enfrentamientos”.

El tema de la coca

Contrario a las declaraciones de César Jerez, vocero de la Asociación Campesina del Catatumbo, quien rechazó la posibilidad de que se erradique la coca en esta zona del departamento, Villamizar enfatizó que esta decisión es una necesidad regional.

“Pienso que hay que hacerla porque el aumento de los cultivos de hoja de coca sostiene la violencia y permite la presencia de bandas criminales”, señaló.

Según Villamizar, también se debe tener en cuenta que “la coca está pasando por un mal momento funanciero”, lo cual justificaría también la erradicación.

Sin embargo también  expresó que este proceso solo funcionará con “un buen programa de sustitución que no se puede dar en un solo proyecto”, sino que se deben ofrecer programas a corto, mediano y largo plazo.

“Esto se logra con voluntad y haciéndole ver al campesino que tendrá una alternativa que, además de ingresos le genera tranquilidad, y no tener un producto que solo trae muerte y subdesarrollo”, señaló.

Gregorio Angarita, director de Corponor, aunque se mostró respetuoso ante cualquier decisión sobre la zona de reserva, aseveró que “Catatumbo debe ser un escenario de posconflicto propicio, que garantice la sostenibilidad ambiental”.

Otros conflictos

La idea de la zona de reserva campesina en Catatumbo tiene otros conflictos territoriales, especialmente con los indios barí.

De hecho, Parques Nacionales Naturales tiene un traslape del 77 por ciento del territorio con los resguardos Catalaura-La Gabarra y Motilón Barí.

Actualmente, la entidad trabaja con el pueblo barí del resguardo Motilón en los planes de manejo que se llevarán a consulta previa.

En Catalatura, este proceso ya se cumplió y se iniciarán labores de restauración ecológica.

Una de las peticiones hechas el viernes por los funcionarios de Parques Naturales a la Gobernación, es que se saneen los predios que han sido colonizados en áreas protegidas del parque Catatumbo, así como la presión por los cultivos de uso ilícito.

*La Opinión