Ante la renuncia, el mes pasado, del defensor regional del Pueblo en Ocaña, Nelson Enrique Arévalo, varios cambios se dieron en las dos sedes de esa entidad en Norte de Santander.

William Eduardo González Tarazona, quien desde hace dos años y medio venía desempeñándose como defensor del Pueblo en el departamento, asumió la regional de Ocaña, una de las provincias más afectadas por la presencia de grupos armados ilegales.

Entre tanto, la regional de Norte de Santander quedó en manos del abogado cucuteño, Benito Bonilla Suárez, quien desde 1999 está vinculado a la entidad  y en varias oportunidades tuvo bajo su responsabilidad el manejo de esta dependencia, en calidad de encargado.

Los dos funcionarios asumirán desde ya el reto no solo de impulsar la efectividad y el cumplimiento de los derechos humanos de los habitantes de esta convulsionada zona del país, sino de preparar y acompañar a las comunidades para lo que se podría venir en materia de posconflicto, de lograrse la firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.

“Las víctimas no eligieron ser víctimas, el conflicto armado las ha llevado hasta allá, pero nosotros sí hemos decidido ser defensores de derechos humanos y la Defensoría está precisamente para eso. Por ello, le vamos a dar prioridad siempre a las víctimas para que sean atendidas de manera especial y no sean revictimizadas”, manifestó el nuevo defensor regional de Norte de Santander.

Dijo que esa entidad ha jugado un papel importante en los diferentes procesos que se han llevado a cabo en el país, y en esta oportunidad que se acerca cada vez más la posibilidad de alcanzar la paz, no será la excepción.

“La Defensoría tiene un papel importante en este proceso porque la tarea es acompañar, observar y monitorear el desarrollo del mismo, para que se respete la protección de los derechos de la población civil”, dijo.

Por su parte, el defensor regional de Ocaña consideró que en la zona que tendrá a cargo de ahora en adelante convergen muchos grupos al margen de la ley y en ese sentido, el papel que jugará la entidad en el posconflicto será fundamental.

“Estamos con toda la disposición de atender cualquier solicitud, asesoría e, inclusive, llegaremos hasta las regiones más apartadas para la atención integral de las víctimas y trámites de quejas que agobian a las comunidades”, aseguró González Tarazona.

¿Quiénes son los nuevos defensores?

Benito Bonilla Suárez

Nació en Cúcuta. Tiene 54 años. Es abogado de la Universidad Libre y administrador público de la ESAP. Tiene una especialización en Derechos Humanos, también de la ESAP, y está terminando una maestría en Protección Internacional de DD.HH. en la Universidad de Alcalá de Henares en Madrid (España), gracias a una beca otorgada por la Defensoría del Pueblo de España.

Antes de vincularse a la Defensoría del Pueblo se desempeñó como director territorial de la ESAP Norte de Santander y profesional en la Dian. También cuenta con experiencia como docente universitario.

William Eduardo González Tarazona

Es abogado de la Universidad Libre y especialista en Derecho Penal y Criminología. Se desempeñó como juez penal con funciones de control de garantías en asuntos criminales en Cúcuta y posteriormente fue trasladado a Ocaña en donde ejerció como juez penal municipal.

En noviembre de 2013 asumió la Defensoría Regional del Pueblo en Norte de Santander.

*La Opinión