La Policía Nacional, en desarrollo de la operación Agamenón, capturó a José Alejandro Ávila Vanegas hijo de alias ‘Lorenzo’. De la misma manera fueron incautadas unas cartas del máximo jefe de la estructura criminal que serían de especial importancia para la inteligencia de la operación.

En ellas se puede leer una propuesta hecha a alias 'Lorenzo', para que dirija la organización delictiva en Norte de Santander. (Clic en las imágenes para ver las cartas)

Según se señaló, agentes especiales llegaron hasta una zona campamentaria en la vereda Buenos Aires de Arboletes (Antioquia), en busca de alias Lorenzo, máximo cabecilla del Clan Úsuga en la Costa Caribe, y al llegar a una edificación rústica se percataron de la presencia de Ávila.

En el lugar las autoridades encontraron una pistola 'Five Seven' (conocida popularmente como mata-policía), un proveedor para la misma arma con 19 cartuchos calibre 5.56 mm, dos proveedores con 30 cartuchos calibre 9 mm, una escopeta mossberg con 16 cartuchos, un radio walkie talkie, dos tablets digitales, cinco celulares, una cédula de ciudadanía falsa y una tarjeta profesional de abogado, con la que, al parecer, 'Lorenzo' pretendía hacerse pasar como profesional del derecho.

Este hallazgo, consideraron las autoridades, es importante pues entre la cosas encontradas están ocho cartas escritas por alias 'Otoniel' (Jefe máximo del Clan) y 'Gavilán' (segundo en la estructura criminal).

En un escrito, con fecha del 27 de diciembre de 2015, 'Lorenzo' manifiesta su negativa y rechazo de ir a la región nortesantandereana por considerarla compleja y peligrosa, ante los continuas operaciones de la Policía Nacional.

En otras de las cartas, 'Gavilán' le expresa el alto nivel de afectación por la operación Agamenón.

Allí, el sujeto dice textualmente "...para qué, muy duro ese bombardeo tan berraco que hicieron amigo, tiraron a matarme...".

Varios fragmentos señalan instrucciones para frenar el avance de la Policía y proteger las posiciones de los máximos cabecillas con minas antipersona y francotiradores. Según las agentes de la operación Agamenón estas cartas son el recurso desesperado del “Clan Úsuga”, bloqueado en sus comunicaciones y que ha tenido que recurrir a correos humanos.

*Bogotá | Colprensa