Pérdidas en la provincia de Ocaña se estiman en $60.000 millones.
Sequía devastó ingresos del sector agrícola en 2015
Los municipios de la provincia de Ocaña y el Catatumbo han sido los más afectados por el fenómeno de El Niño y las pérdidas se calculan en $60.000 millones. Los agricultores, desesperados por conseguir el sustento diario, han optado por dedicarse a actividades ilegales como el mototaxismo.
El Niño se ha extendido por dos años y para el segundo semestre de 2015, en la provincia de Ocaña la pesadilla se aceleró por cuenta de la disminución total de lluvias y la evaporación del agua que se había almacenado en reservorios como plan alterno para el riego de cultivos.
De acuerdo con la Asociación de Municipios de la Provincia de Ocaña, los más afectados han sido los agricultores de La Playa de Belén, Ábrego, Ocaña, El Carmen, Hacarí, Convención, San Calixto y Teorama.
“Las quebradas y los ríos redujeron ostensiblemente su caudal y las reservas de agua no fueron suficientes. Eso desencadenó en la pérdida de cosechas”, dijo Emiro Quintero Cañizares, director ejecutivo de la Asociación de Municipios de la Provincia de Ocaña.
El funcionario puso como ejemplo el cultivo de café y referenció que de 8.000 hectáreas, las plantaciones disminuyeron en el 50 por ciento. Igual panorama se registró en la caña y el cacao.
En la provincia también predominan las siembras de cebolla, frijol, maíz, ajo y de frutas exóticas como la uchuva y la gulupa.
Como consecuencia de la escasez de agua se dejaron de plantar 12.000 hectáreas y las veredas más afectadas fueron Aspasica, La Peña y Mesa Rica en La Playa de Belén.
Ante ese desolador panorama, una de las soluciones que propusieron desde la Asociación de Municipios al Departamento Nacional de Planeación (DNP), es que se incorpore a esa zona del oriente colombiano en un programa para habilitar sistemas de riego y así se garanticen las siembras en las diferentes épocas del año.
Sin agua no hay cultivos
Hoy en la provincia hay 600 reservorios de agua y de la cifra solo el 30 por ciento aún tienen líquido. De acuerdo con José Luis Amaya, coordinador de Desarrollo Rural de Ocaña, se requieren 350 estanques más para que se garantice el agua y de uno se abastezcan cuatro familias campesinas.
Abinael Rincón, habitante de la vereda Cerro de las Flores de Ocaña, es uno de los pocos campesinos que pudieron invertir para construir su propio reservorio.
Caso opuesto es el de Celina Pérez de Martínez, quien dejó de recibir ganancias por $5 millones, como consecuencia de la pérdida de dos sembradíos de frijol.
El rebusque diario
Los campesinos de la provincia tuvieron que optar por el rebusque diario para llevar el sustento a sus hogares. El agricultor José Javier Llain contó que tuvo que mudarse al casco urbano de Ocaña y ahora es mototaxista. Como él, señala que hay más de una decena de labriegos.
Otra de las dramáticas historias es la de Amado Durán, campesino de Aspasica. “Ante la imposibilidad de cosechar tuve que fiar mercado y pedir dinero prestado para cumplir con las cuotas del banco”.
Otro de los casos es el de Carlos Navarro, quien no solo perdió los cultivos de café sino el ganado. Por varios meses sostuvo una decena de vacas con melaza, pero los animales no resistieron.
Los más osados, como Nahúm Amaya, recurrieron a buscar agua subterránea y bombearla con motobombas. Por esa razón tuvieron que pagar recibos de energía -mensuales- de hasta $400.000.
Para el caso de Ocaña, en la base de datos de la oficina de Desarrollo Rural, hay registradas 304 familias afectadas. Sin embargo, en la Secretaría de Hacienda hay reportadas 3.900 fincas donde los usos que se dan a las tierras son agrícolas y pecuarios.
Ante este triste panorama, los campesinos esperan que los pronósticos del Ideam está vez sean acertados y que El Niño deje de azotar en el segundo semestre de 2016, esperando así reactivar sus fuentes económicas.
Alto riesgo de incendios
De acuerdo con los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), el fenómeno El Niño se extenderá hasta junio de este año, siendo el primer trimestre de 2016, la época de mayor sequía.
Antes de finalizar 2015, el Ideam declaró la alerta roja en varias zonas del país por el alto riesgo de incendios, entre ellas Norte de Santander.
Quince son los municipios propensos a incendios, entre ellos Villacaro, y en la provincia de Ocaña están La Playa, La Esperanza y El Carmen.
Las principales recomendaciones para los habitantes de estos municipios son: hidratarse bien, no exponerse en exceso al sol, no hacer quemas en zonas boscosas o en potreros propensos a que se extiendan las llamas.
Además, en caso de emergencias, lo indicado es informar a los organismos de socorro para que puedan atender los casos oportunamente.
*La Opinión
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