Con una escultura de Omayra Sánchez, la niña que simbolizó la avalancha de Armero, que hace 30 años sepultó a 25.000 personas, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, conmemoró este sábado la peor tragedia natural del país.

"Todos sentimos, como si fuera hoy, aquel día en que más de 25.000 colombianos fueron arrebatados a la vida, aquí en Armero, por la fuerza inclemente de la naturaleza", dijo Santos desde el lugar donde hoy se encuentra un campo santo, y donde inauguró el Parque Conmemorativo Omayra Sánchez.

Allí, develó una escultura por la pequeña que permaneció tres días y tres noches atrapada por el lodo, tras la erupción del Volcán Nevado del Ruiz, y que fue captada por cámaras de todo el mundo, hasta que finalmente murió.

"Hoy Omayra está convertida en un hito pero no nacional, en un hito universal. (...) No podemos olvidar nunca esta tragedia", añadió el mandatario, quien anunció más obras para recordar lo sucedido aquel 13 de noviembre de 1985 en esta localidad del centro de Colombia, así como la creación de un registro de propietarios de aquella época.

La idea, según el mandatario, es "identificar familias que perdieron su terreno en la avalancha", con el fin de resarcirlas, una declaración esperada por quienes perdieron todo, luego de tres décadas de incertidumbre al respecto.

Hace 30 años, días después de una sangrienta toma guerrillera y posterior recuperación oficial del Palacio de Justicia de Bogotá que dejó un centenar de muertos, el país vivió el peor desastre natural de su historia.

En cuestión de horas, una población entera, Armero, con 50.000 habitantes, quedó sepultada bajo el lodo tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz.

"Hacer memoria es útil para no repetir los errores del pasado. Como consecuencia de la tragedia de Armero, nació el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres", recordó Santos.

Bogotá | AFP